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Jueves, 28 de marzo de 2024



EDITORIAL


El gobierno en positivo

| Martes 29 enero, 2013




Sería útil que el estado nombre una especie de fuerza de tarea, con representantes de ambos sectores —público y productivo— dispuesta a dar un aporte para solucionar el problema de la deuda pública


El gobierno en positivo

Este gobierno no ha hecho mucho para reducir los gastos excesivos del sector público.
No obstante, en el último año, ha tomado algunas medidas positivas que —aunque hayan sido modestas— merecen el reconocimiento porque se trata de pasos valiosos.
Entre las acciones positivas tomadas por esta administración, nos parece que la más importante es, sin duda, la directriz presidencial sobre congelar las plazas públicas. Es decir, aquellas que quedan libres cuando un empleado renuncia o se pensiona.
Esta decisión rige para  todos los empleados públicos menos  los policías y maestros (que son las dos planillas más grandes).
La segunda medida es la de no reconocer inflaciones de periodos anteriores para negociar el salario de los empleados públicos sino solamente la inflación observada en el periodo recién finalizado.
Y la tercera es la de reducir el costo del financiamiento de la deuda pública mediante la emisión de deuda más barata, como los eurobonos.
El problema de estas iniciativas que, como decíamos, contribuyen en algo, es que es pequeño el impacto que tienen en la economía, que necesita mucho más para empezar a equilibrar realmente los gastos y los ingresos.
Por eso —tal como lo hemos dicho en algunas oportunidades en este medio—, consideramos que sería útil que el estado nombre una especie de fuerza de tarea, con representantes de ambos sectores —público y productivo— dispuesta a dar un aporte para solucionar el problema de la deuda pública, proponiendo un compromiso mediante el cual ambos sectores cedan algo.
De esta forma, podríamos sanear las finanzas nacionales, y salir adelante con mayor energía positiva, asegurando que el país no caiga en los peligrosos y dolorosos problemas en que han caído ya otras naciones del mundo.
Este podría ser un valioso aporte al país que prestaría la actual administración, dejando el terreno mucho mejor de lo que lo recibió, para que pueda actuar el siguiente gobierno, sea cual sea, ya sin la amenaza del desequilibrio actual que hoy solo tiende a crecer.
Eso sería un poderoso aliciente para que el sector productivo pudiera seguir empujando con fuerza y con buenos resultados el carro de la economía.







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