El futuro del PLN, entre la renovación y el desierto
| Jueves 20 noviembre, 2014
El rejuvenecimiento del Partido pasa por admitir que se desconectó del sentir de la mayoría de la gente
El futuro del PLN, entre la renovación y el desierto
Si en algo se parecen los partidos políticos a los bancos, es en que su éxito depende primero que todo de la confianza, y esta se deriva de la credibilidad y no de la retórica y las poses.
Lo que pasó al PLN en abril no fue simplemente la pérdida de unas elecciones. Tanto por su impacto, como por su origen, fue más que eso, y no es algo por lo que haya que pedir disculpas, sino algo que conviene debatir abiertamente. Conviene hacerlo, no para pedir cabezas, sino para entender una crisis que comenzó a gestarse antes de la campaña y que el partido no fue capaz de prevenir y canalizar.
Por esta misma razón, conviene igualmente refrenar ánimos electorales, pues es muy temprano y los cálculos, intereses y suspicacias que tal precipitación (real o sugerida) desata, comprometerán cualquier esfuerzo renovador.
“Hasta la marcha más larga, comienza con un paso”. Esta frase es atribuida a Confucio, y me parece que describe la Asamblea del 8 de octubre. Fue un primer paso hacia su propia versión de la travesía del desierto, o hacia la necesaria renovación.
Hacer como si nada hubiera pasado y como si todo estuviera superado, conduce a lo primero por más que se adorne de música y de un discutible entusiasmo. Ahora bien, ¿qué es esa renovación de la que tanto se habla? No lo sé, pero sí sé cómo se lograría.
La renovación, o mejor aún, el rejuvenecimiento del Partido pasa por admitir que se desconectó del sentir de la mayoría de la gente, y que debe hacer un esfuerzo por recuperar la confianza del costarricense.
Para esto hay que abrir puertas y ventanas. No solo permitir la autocrítica, sino fomentarla sin miedo a notas de prensa, editoriales y adversarios. Se puede debatir con respeto y sin personalizar la discusión.
Incluso conviene escuchar la opinión constructiva y bien fundamentada de personas serias, ajenas al Partido, con el fin de evitar el ensimismamiento.
Es a este proceso, al que deben incorporarse los jóvenes, y es en este proceso donde surgirán los nuevos liderazgos que contribuirán a rejuvenecer el partido.
La burocracia del PLN debe dar espacio con el fin de que nuevas voluntades pongan en marcha ese plan de rejuvenecimiento, en el cual los actuales diputados, alcaldes y regidores tienen un papel de primera importancia, no solo por haber recibido un mandato de la ciudadanía, sino también porque son los que guardan el presente del Partido.
Sin embargo, exactamente por ese motivo, la renovación y el triple esfuerzo que debe hacerse por restablecer la comunicación con la gente, recuperar su confianza y al mismo tiempo producir y ofrecer una opción de futuro, se ubica en otro espacio, precisamente en ese que ahora ocupa la burocracia del Partido.
Fernando Ferraro Castro
Exministro de Justicia y actual secretario general de la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos
ferrarocas@gmail.com