Chinchilla pide no levantar veto a reforma procesal laboral
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Miércoles 10 diciembre, 2014
Chinchilla pide no levantar veto a reforma procesal laboral
Debido a que la reforma procesal laboral sería “perniciosa” para los intereses de la mayoría de los trabajadores, Laura Chinchilla, expresidenta de la República, recomendó ayer a Luis Guillermo Solís no levantar el veto a dicha ley.
Por medio de una publicación en su Facebook, la exmandataria aseguró que las huelgas en los servicios públicos esenciales como la policía, los bomberos y los hospitales, pondrían en peligro la vida de los costarricenses y que por tanto, se debe proteger el bien superior.
“En principio estuvimos de acuerdo con el proyecto, sin embargo, el texto terminó incorporando aspectos que iban mucho más allá del objetivo de una reforma procesal laboral. Se incluyeron aspectos sustantivos propios del régimen laboral del sector público, que por su naturaleza no pueden ser asimilables al régimen laboral privado; aspectos que de haberse mantenido, pondrían en grave riesgo la garantía de prestación de servicios públicos esenciales para los costarricenses”, expresó Chinchilla.
Otra de las razones que llevaron a Chinchilla a vetar el proyecto, es el hecho de que la ley en cuestión prohíbe la contratación de trabajadores temporales para sustituir a quienes participan en la huelga, mientras esta no sea calificada de ilegal. De esta manera, el Estado quedaría imposibilitado para prestar servicios esenciales hasta tanto un juez no lo resuelva.
El pronunciamiento de Chinchilla se da en momentos en que Solís valora la posibilidad de levantar el veto a la reforma procesal laboral y permitir las huelgas en los servicios públicos esenciales.
Ayer, el Presidente trataba de convencer al PLN de ampliar por cuatro años más, la discusión de este proyecto de ley.
En ese sentido, al cierre de edición, Melvin Jiménez, ministro de la Presidencia, se mantenía reunido con Juan Luis Jiménez, jefe de fracción de Liberación Nacional y otros legisladores de ese partido, para buscar un acuerdo político.
Si el Gobierno logra su cometido, no tendría que tomar la polémica decisión de permitir o no las huelgas en los servicios públicos esenciales y no incomodaría ni a los empresarios, ni a los sindicatos, quienes en la última semana han ejercido una fuerte presión.
Esteban Arrieta
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