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Albino Vargas: “No tenemos un cheque en blanco para hacer huelgas”

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 16 diciembre, 2014


“La regulación que está en la ley es la que le pide la Organización Internacional de Trabajo a todos los países”, indica Albino Vargas, secretario de la ANEP.Gerson Vargas/La República


Nueva ley cumple parámetros de OIT, según sindicalista

Albino Vargas: “No tenemos un cheque en blanco para hacer huelgas”

Reforma Procesal Laboral es la mayor conquista desde la creación del Código de Trabajo, señala dirigente

El levantamiento de la Reforma Procesal Laboral es la mayor conquista de los trabajadores desde la promulgación del Código de Trabajo, según comenta Albino Vargas, secretario de la ANEP.
La reducción de los juicios laborales, la creación de la Defensa Pública y la regulación de las huelgas en los servicios públicos esenciales, son algunos de los mayores beneficios que traerá la ley.
Por esta razón, el sindicalista no entiende por qué existe tanta crítica contra la Reforma Procesal Laboral.
“No tenemos un cheque en blanco para hacer más huelgas”, indica Albino, quien señala que ahora existe un procedimiento riguroso antes de irse a huelga.

¿Habrá más huelgas en los servicios públicos de ahora en adelante?

La Reforma Procesal Laboral no es un cheque en blanco para hacer huelgas cuando nos dé la gana en los servicios públicos.
Por ejemplo, con esta ley, no volveremos a ver nunca más una huelga como la de 2011 entre los anestesiólogos, los cuales paralizaron las operaciones en muchos hospitales, pues su labor es simplemente esencial.
La regulación que está en la ley es la que le pide la Organización Internacional de Trabajo a todos los países. Los servicios que tienen que ver con la vida, la salud y la seguridad de las personas, tienen que ser regulados y, con esta ley, lo estamos logrando al fin.

De ahora en adelante para que una huelga sea legal, el sindicato debe dejar un mínimo de trabajadores en el puesto de trabajo. Bajo esa premisa le pregunto, ¿es permisiva la ley si se considera que no se establece porcentualmente ese umbral mínimo, sino que se deja a criterio del jerarca de turno?
Eso no es así, pues si el Gobierno no está de acuerdo, el sindicato deberá convencer a un juez de que su plan sí garantiza la continuidad del servicio. No se está dejando el asunto a la libre.

¿Será más fácil convocar las huelgas, si se considera que ahora solo se requiere un 30% de apoyo de trabajadores para hacerlo?
El porcentaje no es relevante a final de cuentas, pues para iniciar un movimiento de protesta, es necesario hacer una consulta a las bases, votar y planear el movimiento, además, se requiere un plan de trabajo mínimo que ahora no existe como obligación.

¿Es la Reforma Procesal Laboral un proyecto que solo favorece a los sindicatos?
Jamás, eso no es así. Hay una gran cantidad de elementos que se incluyeron en la ley y que vendrán a favorecer a todos los trabajadores, sin importar si son empleados públicos o privados.
Por ejemplo, se incluyó el tema de la oralidad en los juicios para ser más ágiles los procesos, bajando de siete años a un año, los reclamos en esta materia.
Por otra parte, se crea la Defensa Pública Laboral, para que los trabajadores que no puedan pagar un abogado, tengan el chance de pelear sus derechos.
Otro aspecto relevante es que se potencia la labor del Ministerio de Trabajo para que inspeccione y concilie, evitando de esta forma, tantos abusos laborales.

¿Qué opina de la actitud que tomó el PLN en todo este proceso?
Para mí la posición del PLN fue oportunista y ausente de toda ética y de toda moralidad en la política. Recordemos que en la administración anterior, Liberación Nacional y su ministra de trabajo, Sandra Piszk, firmaron esta ley.
Durante esta discusión, Liberación desató un juego politiquero para ver qué le sacaba al Gobierno.

¿Cómo se logró la Reforma Procesal Laboral?
Este es un proyecto que no surgió de los sindicatos, sino del mismo Poder Judicial y que, a lo largo de los años, involucró a los empresarios, a la Organización Internacional de Trabajo, a varios ministerios de trabajo y por supuesto a los sindicatos.

¿Qué opina del mandatario Solís?
Don Luis tiene absoluta claridad de que la Reforma Procesal Laboral ayuda a reducir la desigualdad en Costa Rica.
El presidente Solís no pierde su vena social. Recordemos que él antes de ser político fue académico, un estudioso de la realidad social del país y que durante muchos años nos acompañó en el análisis de los problemas del país para generar una propuesta alternativa que hoy él materializa.

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
@earrietaLR







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