Ahorro de energía en el restaurante
| Viernes 18 julio, 2014
Escucho y leo que Costa Rica es un país con enormes problemas. Suena a excusa para no cambiar nuestras condiciones como nación en desarrollo
Ahorro de energía en el restaurante
La semana pasada estuve en un agradable restaurante ubicado en la Sabana. Debido al horario, entre comida y cena, de unas 20 mesas dentro del local contando la nuestra, hubo únicamente tres de ellas ocupadas.
Durante las dos horas que estuve en el restaurante, en un día nublado y fresco, el aire acondicionado (un sistema split ubicado en la entrada del local) funcionó con alta carga mientras la puerta estaba abierta gran parte de ese tiempo. Suponiendo que se trate de un equipo de aire acondicionado estándar se requiere 1 kW para funcionar y a lo largo de dos horas, habrá consumido 2 kWh.
Según el Banco Mundial, el consumo eléctrico diario por persona en Costa Rica durante 2011 fue de 5 kWh. Únicamente con el aire acondicionado funcionando durante cinco horas, se iguala el consumo eléctrico de una persona.
Por supuesto, queda la iluminación dentro del local y externa, el equipo de cocina (parrillas, hornos, freidoras, campanas de extracción de humos, refrigeradores), equipo de informática (computadoras, impresoras, teléfono, pantallas de televisión).
Como medidas de ahorro energético está el control automático del aire acondicionado, la revisión frecuente de los termostatos y su correcta ubicación.
Si el aire acondicionado funciona durante largos periodos sin demasiada gente deben revisarse las filtraciones de aire en ventanas, puertas y paredes. Evitar, dentro de lo posible, mezclar corrientes de aire fresco del salón con el aire caliente proveniente de la cocina.
La cocina, por sí sola, es el espacio más importante en un edificio comercial en relación al consumo de energía y por lo tanto requiere especial atención.
Los equipos eléctricos deben utilizarse exclusivamente cuando la demanda de alimentos así lo requiera, mantenerse en bajo “fuego” cuando no se requieran y deben apagarse algún tiempo razonable antes del cierre del servicio. Normalmente, los ventiladores de extracción trabajan ineficientemente debido a que, la mayor parte del tiempo, giran a altas velocidades. Existen controles que regulan su velocidad de acuerdo con la cantidad de humo o vapor producido en las parrillas y planchas.
Para un motor eléctrico, si su velocidad se reduce a la mitad, ¡la energía requerida se reduce ocho veces! En los refrigeradores también existen oportunidades de ahorro como la limpieza frecuente de los tubos de evaporadores y condensadores, el uso de tiras de plástico entre el espacio refrigerado y la cocina, entre otras recomendaciones.
En general, el problema energético de un restaurante es responsabilidad principal de los dueños, seguidos por los gerentes y por último el personal del establecimiento.
Si quienes toman las decisiones, no están interesados en el manejo energético de su negocio, mucho menos lo estarán quienes tienen otras prioridades como el servicio.
Con frecuencia escucho y leo que Costa Rica es un país pequeño con enormes problemas por resolver. Esta frase suena cada vez más a una excusa para no cambiar nuestras condiciones como país en desarrollo.
Juan Cristóbal Torchia
Consultor en Energía
juanctorchia@gmail.com