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“A estas alturas ya no soy desconocido”

Luis Fernando Cascante lcascante@larepublica.net | Miércoles 20 noviembre, 2013


“Luego de la convención, el Partido se ha unido”, comentó Luis Guillermo Solís, candidato del PAC. Marco Monge/La República


Luis Guillermo Solís, candidato del PAC

“A estas alturas ya no soy desconocido”

Admite tener un liderazgo diferente al de Ottón Solís

Desde niño aprendió a tocar el piano. Tiene uno justo en la sala de su casa. Lo ve con nostalgia; los vaivenes de la política electoral no le dan chance de sentarse y tocar unas cuantas notas.
Posa para la foto y comienza a interpretar “Visión de la pampa”, de Héctor Zúñiga. Una sonrisa se dibuja en el rostro de Luis Guillermo Solís, candidato del PAC.
La música lo relaja, pero en plena campaña electoral no hay tiempo para eso. No lo dice el candidato, lo revelan sus ojeras, señal evidente de su desgaste.
Tampoco le queda tiempo para llevar a su hija Inés al colegio, y este año no viajará a España a pasar la Navidad con su familia, como lo hace de costumbre. Su mente está enfocada en conseguir la Presidencia de la República, pese a que las encuestas apenas lo colocan por encima del margen de error.
Superada la etapa de darse a conocer, este profesor universitario espera que las largas reuniones, recorridos y el sacrificio tengan réditos el próximo 2 de febrero.

Se le nota cansado, ¿cómo lo trata la campaña?
No es sencillo, nadie puede descansar. Se duerme poco. Me levanto a las cinco de la mañana y estoy terminando mis días a las 11 o 12 de la noche. Después de un año que ha sido de no parar, esto va haciendo mella.

¿Cómo es un día promedio en su vida como candidato?
Me levanto, luego voy a caminar a las 5.30 a.m., vengo y reviso prensa. Si tengo tiempo llevo a Inés al colegio en Tres Ríos. Últimamente no he podido hacerlo, lo hace mi compañera. Luego empiezan las reuniones y desayunos. Entre semana casi siempre son reuniones en el Valle Central, y en eso uno se la pasa directo hasta la noche. Es un ejercicio extenuante, pero uno se mete en esto porque le gusta.

¿Por qué votar por usted y no por los otros?
Porque yo no soy un político tradicional...

Eso decía el doctor Hernández...
Sí, eso lo dijo y vea lo que pasó, algunos que dicen esto no tienen la capacidad de constatarlo. Si bien él no tenía experiencia, su partido era tradicional hasta la médula. El PAC no es tradicional, nunca ha gobernado. Yo no soy un político profesional pero he tenido participación en la vida política.

En el último año hemos visto a un PAC fragmentado, ¿cómo ha evolucionado esto con su candidatura?
Hay un partido más unido. Lo comencé a percibir después de la convención. En lo que respecta a liderazgos, sí fue necesario hacer acomodos. Alguna gente se sentía más cómoda con otro precandidato. En cuanto a temas, el partido es muy diverso y hay criterios enfrentados en temas de igualdad, derechos y sexualidad. En lo que respecta a lo económico y social, casi no hay discrepancias.

Ya la cara del PAC no es Ottón Solís. Resulta imposible no hacer la comparación, ¿en qué se parecen?
Somos muy cercanos en apreciaciones éticas.

¿Qué diferencias hay entre ustedes?
El tiene mucha más trayectoria en el partido, es una persona muy conocida y vinculada con sectores del Partido. A estas alturas yo ya soy un referente dentro. Ya decir que no me conocen es complicado. Tenemos estilos diferentes de liderazgo. Él es economista, yo soy politólogo e historiador. Él es de Pérez Zeledón, lo cual le da un trasfondo campesino, yo soy más urbano, esto introduce matices en cómo ver las cosas. Tiene más experiencia política.

También hay ciertas discrepancias en la necesidad de una reforma fiscal. Ottón la quiere ya y usted considera que todavía no. ¿Es así?
Ambos estamos de acuerdo en que la reforma fiscal es necesaria. Ottón considera que la reforma hay que hacerla sí o sí, sin condicionantes. El considera, igual que yo, que se deben recoger mejor los impuestos, que el Estado no debe dilapidar la plata que no tiene, pero eso no son condiciones previas a la reforma.
Yo creo que la reforma se facilitaría si se sensibiliza a la población, esto no puede hacerse por decreto.
Si los sectores y la población no quieren hacerla, no va. Si el Gobierno no da garantías de que el dinero se va usar bien, no se va a lograr la reforma.

¿Cómo controlar ciertas discrepancias con Solís en el Congreso?
Los espacios entre el Poder Ejecutivo y el Congreso son de coordinación, no son de subordinación ni de competencia. Mi tarea no es controlar a diputados como lo han querido hacer los partidos tradicionales. No me atormenta tener diputados con puntos de vista diferentes. De entrada sé que hay discrepancias y a nadie voy a obligar a pensar como yo.

¿Les ha costado quitarse la etiqueta del “partido del no”?
Ese fue el estribillo que se le quedó al PAC después de una dura lucha de tres años. Fue una cruz que el PAC tuvo que cargar después del referéndum. Lo que fue un lema de campaña se convirtió en el caballo de batalla de los enemigos para presentarlo como el partido del obstruccionismo y de la falta de propuestas. La campaña contra Ottón Solís y el PAC fue atroz, nunca vi nada igual.

¿Le preocupa que Guevara y Villalta estén creciendo en las encuestas a un ritmo mayor al suyo?
No. No hay rivales pequeños, pero en todas las encuestas hay un dato fundamental: el 50% de la población no ha tomado una decisión de por quién votar; mientras eso se mantenga, nadie puede reclamar la victoria. Lo digo porque Johnny Araya ya está buscando a los candidatos más fáciles de derrotar, que serían Villalta y Guevara...

¿Johnny está polarizando la elección?
Claro, lo hace para quitar un candidato como yo, con las capacidades de articulación para complicarle la campaña. Él quiere quedar en el centro y colocar a los otros en los extremos.

¿Le está quitando votos Villalta que podrían ir para usted?
No lo sé. Hay un sector donde PAC y Frente Amplio tenemos afinidades electorales, en cuanto a población meta. Probablemente en juventud es donde hay mayor cercanía, aunque los grupos juveniles de ambos partidos están históricamente enfrentados. Evidentemente, sí hay un voto joven que pondera más hacia Villalta, es un voto importante en esta elección.

A usted se le ha criticado por usar espacios publicitarios para atacar a Araya...
Bueno, pero solo he hecho un video, y lo hice porque esa campaña de “Contráteme” está basada en una falacia.

Y en esa nota de crítica, usted va tomando un aire más agresivo, más confrontativo, quizás más parecido al estilo de Ottón Solís...
Esto es así por definición. La política es contacto, pero hay que hacerlo con reglas. Todos los políticos nos enfrentamos, le está dando más duro Guevara o Villalta. Johnny está sin responder, tampoco va a debates. Los partidos que estamos en la oposición tenemos que asumir un rol de mayor ataque. ¡No queda otra!


Luis Fernando Cascante
lcascante@larepublica.net
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