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NACIONALES


2011 será crucial para Laura

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Lunes 27 diciembre, 2010




Iniciativas claves del Gobierno tendrían un panorama más complejo después de 2011 por fuegos electorales
Segundo año será crucial para Laura
Diálogo debe intensificarse con sectores, oposición y con la propia bancada para lograr aprobación de proyectos

Con una fracción un tanto dividida, un limitado margen para negociar con la oposición y la demanda de acciones concretas por parte de la ciudadanía y de diversos sectores, Laura Chinchilla, presidenta de la República, se prepara para sacarle el mayor provecho a 2011; el cual podría ser el año más importante de su gestión.
Y es que durante los 12 meses venideros y un poco de 2012, la mandataria gozaría de relativa calma y no se vería afectada por la incursión de los fuegos electorales de cara a las próximas elecciones nacionales, ni por el posible entrabamiento de la Asamblea Legislativa y la crítica constante de sus opositores, que este proceso tradicionalmente conlleva.
Ante este panorama, si Chinchilla quiere aprobar la reforma fiscal, la Ley de Tránsito, la ley de electricidad y establecer impuestos a las sociedades anónimas y a los casinos para financiar su lucha contra la inseguridad ciudadana, entre otros proyectos, debe promover el diálogo intenso y aprobar todas esas iniciativas este año, ya que después sería prácticamente imposible, advierten analistas y hasta diputados.
Asimismo, debe acabar con la división interna en el seno de la bancada oficialista, ya que durante 2010 fue evidente que algunos legisladores concuerdan en varios temas con Oscar Arias, ex presidente de la República y líder del Partido Liberación Nacional (PLN), de quien la Presidenta ha tomado una significativa distancia en algunas iniciativas de gran trascendencia como la ley de electricidad y el plan de reforma fiscal, entre otros.
“Si ella no hace nada el otro año, le costará mucho dejar huella durante su gestión, ya que luego empezará la designación de los precandidatos de los partidos para las elecciones nacionales y de ahí en adelante, es muy difícil hacer obra. En ese sentido, doña Laura debe no solo conversar mucho con la oposición, sino que también debe acercarse a Oscar y a Rodrigo Arias, ya que es claro que algunos integrantes de la fracción no están respondiendo a los giros de timón que ella da como capitana”, manifestó Manuel Rojas, politólogo de la Facultad Latinoamericana de las Ciencias Sociales.
Además de la dificultad interna, Chinchilla enfrenta otro problema para llevar a buen puerto los proyectos claves del Gobierno, ya que deberá ser como una equilibrista, ágil y sagaz, para amarrar los acuerdos que le permitan caminar sobre el delgado margen de negociación que tiene con los otros partidos en la Asamblea Legislativa, debido a sus planteamientos ideológicos.
A pesar de contar con un pacto de gobernabilidad con el Movimiento Libertario, deberá moverse y conversar con otras de las fracciones dentro de la Asamblea y fuera de ella, para aprobar por ejemplo el Plan Fiscal, ya que los rojiblancos han sido enemigos tradicionales del establecimiento generalizado de más impuestos.
Deberá buscar una alianza con el Partido Acción Ciudadana (PAC), Unidad Social Cristiana y Accesibilidad sin Exclusión (PASE), entre otros, para llegar al acuerdo que le permita los 38 votos que requiere esa reforma en particular, aunque esto signifique ceder en otras iniciativas a los planteamientos de la oposición.
“Yo no descarto que doña Laura pueda llegar a entenderse con la oposición y pueda aprobar proyectos tras negociar ampliamente. Es parte de la democracia y tiene que hacerlo, por otra parte, su capacidad de negociación a lo interno del PLN está limitada. Si la mandataria no se sienta a conversar con el ex presidente Oscar Arias, esto podría agravarse aún más y podríamos estar ante un Gobierno que no cuenta con el apoyo de su propia fracción”, expresó Constantino Urcuyo, politólogo.
A la difícil situación con su propia bancada y el escaso margen de negociación con la oposición, se le debe añadir la presión de la ciudadanía y de los diversos sectores, quienes esperan la concreción de proyectos durante el próximo año.
En la última encuesta que mide el índice de percepción y confianza del empresariado nacional, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado determinó que existe cautela sobre el rumbo del sector y demanda acciones concretas para dinamizar la economía costarricense.
“La caída de los indicadores de percepción y de la confianza empresarial, debe ser un llamado de atención a las autoridades para que muestren señales positivas con una agenda en el corto plazo de proyectos y acciones que potencien el desarrollo de las actividades productivas con la finalidad de reactivar la confianza en el empresariado nacional”, señaló Manuel H. Rodríguez, presidente de la Unión de Cámaras.
En ese sentido, los representantes de los sectores productivos nacionales destacaron como vitales la apertura real del mercado de telecomunicaciones, la concesión del puerto de Limón y la apertura del mercado energético.

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net






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