¿Y los fondos de capital de riesgo?
| Miércoles 12 noviembre, 2008
¿Y los fondos de capital de riesgo?
Costa Rica necesita modernizarse en materia de financiación y capitalización de las empresas del sector privado, solo basta con analizar los reportes de bolsa y en particular los de SUGEVAL, para notar el impacto que tienen los títulos del sector público sobre el desarrollo de los fondos de inversión nacionales.
En una gran mayoría de los fondos existentes entre el 90% y el 100% de su captación se realiza en títulos del sector público, existen muy pocos que no cumplen esta regla. Lo anterior se da por lo difícil que es para una empresa privada cumplir con todos los requisitos exigidos para poder titularizar sus necesidades de endeudamiento o de capitalización (emisión de acciones), ya que no es fácil, ni barato hacer los trámites.
Requisitos que no operan para los bancos (por estar regulados por SUGEF), ni para las emisiones de valores del Estado e instituciones públicas no bancarias. Lo cual ha obligado a que la mayoría de las empresas privadas tengan que buscar financiarse a través del sistema bancario.
Sin embargo la Ley 7732 (Reguladora del Mercado de Valores) previó en su artículo 85, cuando toca el tema de “Formas de Inversión”, en su quinto párrafo, que se pudieran establecer fondos de capital de riesgo, los cuales sí podrán invertir sus recursos en valores que no son de oferta pública, sujetando su aplicación a la existencia de la emisión de un reglamento que debía ser emitido, desde marzo de 1998, cuando entró en vigencia esta ley.
¿Por qué son necesarios estos fondos en Costa Rica? La respuesta es simple. Con base en estadísticas del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), del 100% del empleo existente, el 47,1% se ubica en empresas de medianas a pequeñas (menos de 100 empleados), el 97,9% de las empresas existentes en el país pertenece a esta categoría, de medianas a pequeñas empresas. Estas empresas exportaron en 2005 el 59% del total. Sin embargo, la participación relativa del valor exportado fue de apenas el 13%; es decir que el 87% del valor exportado lo hacen las grandes empresas en nuestro país.
Por otra parte, se puede inferir que alrededor de un 10% del total del crédito que se otorga en el Sistema Bancario Nacional se otorga a estas empresas.
Estos datos sirven para tratar de dar una pincelada de la necesidad de que exista este tipo de fondos de capital de riesgo en Costa Rica, para que haya un mecanismo de ayuda a ciertas empresas exitosas a desarrollarse, gracias a la investigación pertinente que hagan los fondos que se dediquen a esta actividad.
En donde el inversionista tendría claro el riesgo en que estaría incurriendo si coloca su dinero en activos de esta naturaleza, sumas que no representen riesgo para él, si se permitiera que el mínimo de inversión sea de $1.000,00 por inversionista.
En este momento en que se anuncia para los próximos años una hambruna a nivel mundial, existiendo en Costa Rica un gran número de pequeñas industrias exitosas que lo único que requieren es que alguien invierta en ellas para poder desarrollarse, urge la aprobación de la figura en nuestro país.
Dios quiera que las iniciativas que en este sentido ya existen, logren al fin ser aprobadas por las autoridades respectivas, es necesario tomar conciencia de esta necesidad y aprobar su aplicación. Estoy seguro que de esta manera lograremos seguir en la ruta de crecimiento que ha traído este país, a pesar de la actual crisis económica mundial.
Randall Castro Vargas
Economista
Costa Rica necesita modernizarse en materia de financiación y capitalización de las empresas del sector privado, solo basta con analizar los reportes de bolsa y en particular los de SUGEVAL, para notar el impacto que tienen los títulos del sector público sobre el desarrollo de los fondos de inversión nacionales.
En una gran mayoría de los fondos existentes entre el 90% y el 100% de su captación se realiza en títulos del sector público, existen muy pocos que no cumplen esta regla. Lo anterior se da por lo difícil que es para una empresa privada cumplir con todos los requisitos exigidos para poder titularizar sus necesidades de endeudamiento o de capitalización (emisión de acciones), ya que no es fácil, ni barato hacer los trámites.
Requisitos que no operan para los bancos (por estar regulados por SUGEF), ni para las emisiones de valores del Estado e instituciones públicas no bancarias. Lo cual ha obligado a que la mayoría de las empresas privadas tengan que buscar financiarse a través del sistema bancario.
Sin embargo la Ley 7732 (Reguladora del Mercado de Valores) previó en su artículo 85, cuando toca el tema de “Formas de Inversión”, en su quinto párrafo, que se pudieran establecer fondos de capital de riesgo, los cuales sí podrán invertir sus recursos en valores que no son de oferta pública, sujetando su aplicación a la existencia de la emisión de un reglamento que debía ser emitido, desde marzo de 1998, cuando entró en vigencia esta ley.
¿Por qué son necesarios estos fondos en Costa Rica? La respuesta es simple. Con base en estadísticas del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), del 100% del empleo existente, el 47,1% se ubica en empresas de medianas a pequeñas (menos de 100 empleados), el 97,9% de las empresas existentes en el país pertenece a esta categoría, de medianas a pequeñas empresas. Estas empresas exportaron en 2005 el 59% del total. Sin embargo, la participación relativa del valor exportado fue de apenas el 13%; es decir que el 87% del valor exportado lo hacen las grandes empresas en nuestro país.
Por otra parte, se puede inferir que alrededor de un 10% del total del crédito que se otorga en el Sistema Bancario Nacional se otorga a estas empresas.
Estos datos sirven para tratar de dar una pincelada de la necesidad de que exista este tipo de fondos de capital de riesgo en Costa Rica, para que haya un mecanismo de ayuda a ciertas empresas exitosas a desarrollarse, gracias a la investigación pertinente que hagan los fondos que se dediquen a esta actividad.
En donde el inversionista tendría claro el riesgo en que estaría incurriendo si coloca su dinero en activos de esta naturaleza, sumas que no representen riesgo para él, si se permitiera que el mínimo de inversión sea de $1.000,00 por inversionista.
En este momento en que se anuncia para los próximos años una hambruna a nivel mundial, existiendo en Costa Rica un gran número de pequeñas industrias exitosas que lo único que requieren es que alguien invierta en ellas para poder desarrollarse, urge la aprobación de la figura en nuestro país.
Dios quiera que las iniciativas que en este sentido ya existen, logren al fin ser aprobadas por las autoridades respectivas, es necesario tomar conciencia de esta necesidad y aprobar su aplicación. Estoy seguro que de esta manera lograremos seguir en la ruta de crecimiento que ha traído este país, a pesar de la actual crisis económica mundial.
Randall Castro Vargas
Economista