Venezuela vive otro día tenso
EFE | Viernes 21 febrero, 2014
Venezuela vive otro día tenso
Venezuela vivió ayer otra jornada de protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro, que reaccionó denunciando la "injerencia" de Estados Unidos y llamando a consultas a su embajadora en Panamá, tras una noche de enfrentamientos e incidentes que terminó con más de un centenar de heridos.
Las protestas se han desarrollado en su mayor parte de manera pacífica, pero también se han producido actos de vandalismo en diferentes puntos del país, así como enfrentamientos entre manifestantes y policía y ataques de individuos no identificados que dejan un balance global de seis muertos y decenas de detenidos.
Al cumplirse el miércoles una semana del inicio de las protestas, algunas calles de Caracas y de otras grandes ciudades de Venezuela seguían siendo escenario de cortes de calles y carreteras con barricadas por parte de agrupaciones estudiantiles y manifestantes opositores al Gobierno.
El diputado Miguel Pizarro, del partido opositor Primero Justicia, dijo que el número de heridos registrados ayer en todo el país asciende a 138, muchos de ellos producto de disparos y de perdigones, mientras que el total de detenidos llega a 89.
Los incidentes recrudecieron al caer la noche, especialmente en Caracas, donde un hombre identificado como Roberto González resultó herido de gravedad en el centro de la capital tras recibir un disparo en la ingle con una escopeta, según informó su tío, Marcos González.
Maduro indicó el miércoles que había recibido noticias de grupos de motoristas que se hacían pasar por chavistas en Caracas y desligó a esas bandas que se dedicaban a generar violencia de los colectivos afines al Gobierno y anunció que serían detenidos.
Estas supuestas bandas armadas saltaron al centro del debate político luego de que la oposición las acusara de estar financiadas por el Gobierno para infiltrarse en las protestas estudiantiles contra Maduro.
El líder opositor Henrique Capriles volvió a demandar el desarme de estos grupos, al tiempo que insistió en desmarcarse de las consignas que piden la salida inmediata del poder de Maduro.
Capriles acusó además al Gobierno de fomentar la violencia con la detención del dirigente opositor Leopoldo López, que ayer cumplió su segundo día en una prisión militar de las afueras de Caracas con la visita de su esposa y muestras de apoyo de la diputada María Corina Machado y del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma.
Un tribunal de control de Caracas ratificó la medida privativa de libertad contra López con acusaciones de incendio y daños en carácter de determinación, así como las de asociación para delinquir e instigación.
El Gobierno denuncia que detrás de las protestas hay un intento de desestabilización y ayer reaccionó con un comunicado de rechazo a las declaraciones formuladas el miércoles por el presidente estadounidense, Barack Obama.
En un comunicado, la Cancillería venezolana afirma que las declaraciones de Obama están basadas en "información falsa" y lamenta que se "siga agrediendo a un país libre y soberano de la América Latina y Caribeña, cuyas políticas son el resultado de la voluntad popular expresada democráticamente".
Caracas/EFE