Trauma industrial afecta a Francia y Alemania
EFE | Miércoles 24 octubre, 2012
Trauma industrial afecta a Francia y Alemania
Cuando se trata de fusiones transnacionales con los franceses, los alemanes preferirían no hacerlas.
Alemania se ve abrumada por su sospecha de que en esos acuerdos termina siendo perdedor, una sospecha con cierta base en la realidad, según analistas y académicos.
La desconfianza incidió en la decisión de la canciller Angela Merkel este mes de anular la fusión proyectada de European Aeronautic, Defence Space Co. con BAE Systems Plc, dijeron.
“Los alemanes, por razones históricas, siempre temen que los franceses serán más listos que ellos”, dijo Jochen Peter Breuer, fundador de JPB Consulting, que presta asesoramiento en materia de relaciones empresariales germano-francesas. “Ha habido muchos ejemplos en los cuales los franceses obtuvieron ventaja”.
Esta preocupación podría desbaratar posibles transacciones que probablemente resultarían beneficiosas. Éstas incluyen una combinación de los debilitados proveedores de equipos telefónicos Nokia Siemens Networks y Alcatel-Lucent, o un posible enlace entre el fabricante de automóviles Adam Opel GmbH y PSA Peugeot Citroën.
El gobierno francés también dijo la semana pasada que está analizando más sinergias internacionales entre Deutsche Telekom AG y France Telecom SA, las empresas telefónicas más grandes de estos países. Políticos y banqueros de ambas naciones plantean el tema de una fusión desde hace aproximadamente una década, pero no se ha llegado a ninguna parte debido, entre otras razones, a la complejidad política de obtener una aprobación.
“Los franceses piensan a lo grande, quieren grandes empresas, como una combinación de France Telecom y Deutsche Telekom”, dijo Henrik Uterwedde, subdirector del Instituto Franco-germano de Ludwigsburg, Alemania. “Esos casamientos entre elefantes suelen desembocar en una mala mezcla de negocios y política”.
La angustia, o “angoisse” como dicen en París, ya se está viendo en los números. Las transacciones germano-francesas cayeron hasta 2.280 millones de euros ($3 mil millones) en lo que va del año, el nivel más bajo en 12 años como mínimo, según datos compilados por Bloomberg. En medio del trastorno por la deuda de Europa, las transacciones totales realizadas en la región cayeron 4% hasta $673 mil millones en lo que va del año con respecto al mismo período en 2011, según datos compilados por Bloomberg.
“La transacción entre EADS-BAE puso en evidencia que aunque los principales ejecutivos apoyen un acuerdo, éste puede ser bloqueado por intereses nacionales”, dijo Michael Ulmer, abogado especializado en fusiones y adquisiciones en Allen Overy de Fráncfort. “La tendencia podría perjudicar posibles acuerdos futuros”.
Alemania ha frenado otros acuerdos que tienen que ver con la seguridad nacional, donde los armamentos continúan siendo un tema delicado.
“Defensa no es un sector especialmente popular”, dijo Wilhelm Nolting-Hauff, abogado del estudio Orrick Hoelters Elsing en Düsseldorf, que ha trabajado en una serie de transacciones franco-germanas. “Está estigmatizado como el sector nuclear”.
El renovado sentimiento de confianza en sí misma de Alemania, impulsado por el éxito económico y su papel en el rescate de sus vecinos de la UE, no ha hecho más que reforzar una creencia en la necesidad de proteger sus intereses aunque neutralice el interés de las empresas involucradas.
“El gobierno francés propone constantemente mega-fusiones, pero creo que está llamando a la puerta equivocada”, dijo Utterwedde.
Bloomberg
Cuando se trata de fusiones transnacionales con los franceses, los alemanes preferirían no hacerlas.
Alemania se ve abrumada por su sospecha de que en esos acuerdos termina siendo perdedor, una sospecha con cierta base en la realidad, según analistas y académicos.
La desconfianza incidió en la decisión de la canciller Angela Merkel este mes de anular la fusión proyectada de European Aeronautic, Defence Space Co. con BAE Systems Plc, dijeron.
“Los alemanes, por razones históricas, siempre temen que los franceses serán más listos que ellos”, dijo Jochen Peter Breuer, fundador de JPB Consulting, que presta asesoramiento en materia de relaciones empresariales germano-francesas. “Ha habido muchos ejemplos en los cuales los franceses obtuvieron ventaja”.
Esta preocupación podría desbaratar posibles transacciones que probablemente resultarían beneficiosas. Éstas incluyen una combinación de los debilitados proveedores de equipos telefónicos Nokia Siemens Networks y Alcatel-Lucent, o un posible enlace entre el fabricante de automóviles Adam Opel GmbH y PSA Peugeot Citroën.
El gobierno francés también dijo la semana pasada que está analizando más sinergias internacionales entre Deutsche Telekom AG y France Telecom SA, las empresas telefónicas más grandes de estos países. Políticos y banqueros de ambas naciones plantean el tema de una fusión desde hace aproximadamente una década, pero no se ha llegado a ninguna parte debido, entre otras razones, a la complejidad política de obtener una aprobación.
“Los franceses piensan a lo grande, quieren grandes empresas, como una combinación de France Telecom y Deutsche Telekom”, dijo Henrik Uterwedde, subdirector del Instituto Franco-germano de Ludwigsburg, Alemania. “Esos casamientos entre elefantes suelen desembocar en una mala mezcla de negocios y política”.
La angustia, o “angoisse” como dicen en París, ya se está viendo en los números. Las transacciones germano-francesas cayeron hasta 2.280 millones de euros ($3 mil millones) en lo que va del año, el nivel más bajo en 12 años como mínimo, según datos compilados por Bloomberg. En medio del trastorno por la deuda de Europa, las transacciones totales realizadas en la región cayeron 4% hasta $673 mil millones en lo que va del año con respecto al mismo período en 2011, según datos compilados por Bloomberg.
“La transacción entre EADS-BAE puso en evidencia que aunque los principales ejecutivos apoyen un acuerdo, éste puede ser bloqueado por intereses nacionales”, dijo Michael Ulmer, abogado especializado en fusiones y adquisiciones en Allen Overy de Fráncfort. “La tendencia podría perjudicar posibles acuerdos futuros”.
Alemania ha frenado otros acuerdos que tienen que ver con la seguridad nacional, donde los armamentos continúan siendo un tema delicado.
“Defensa no es un sector especialmente popular”, dijo Wilhelm Nolting-Hauff, abogado del estudio Orrick Hoelters Elsing en Düsseldorf, que ha trabajado en una serie de transacciones franco-germanas. “Está estigmatizado como el sector nuclear”.
El renovado sentimiento de confianza en sí misma de Alemania, impulsado por el éxito económico y su papel en el rescate de sus vecinos de la UE, no ha hecho más que reforzar una creencia en la necesidad de proteger sus intereses aunque neutralice el interés de las empresas involucradas.
“El gobierno francés propone constantemente mega-fusiones, pero creo que está llamando a la puerta equivocada”, dijo Utterwedde.
Bloomberg