Rusia vive situación crítica por caída del rublo
EFE | Miércoles 17 diciembre, 2014
Rusia vive situación crítica por caída del rublo
El Banco Central (BC) de Rusia catalogó ayer de crítica la situación en el mercado de divisas, donde el rublo sufrió una espectacular caída frente al dólar y el euro, y superó la barrera psicológica de los 100 rublos por euro.
“La situación es crítica. Lo que está ocurriendo no lo podíamos imaginar ni hace un año, ni aunque se tratara de una pesadilla”, afirmó Serguéi Shvetsov, vicepresidente de la entidad emisora.
Shvetsov matizó que, “lamentablemente, en ocasiones no se pueden prever las perspectivas del mercado financiero, incluso a corto plazo”.
“Pueden creerme, la decisión por la que optó el Consejo Director del BC es una opción entre lo muy malo y lo súper malo”, dijo, en alusión a la decisión esta madrugada del regulador de subir drásticamente los tipos de interés hasta el 17%.
“Lo que ha ocurrido hoy y en los últimos días podría tener consecuencias diversas para los mercados financieros”, admitió.
El rublo volvió a batir nuevos mínimos frente al dólar y el euro, apenas unas horas después de que el Banco Central ruso elevara la tasa clave de interés del 10,5% al 17%.
A media mañana, el índice bursátil RTS perdía el 7%, después de haber llegado a ceder hasta el 12%, y la moneda rusa se cotizaba en nuevos mínimos históricos: 66 rublos por dólar y 81 rublos por euros.
El Banco Central explicó esta madrugada que la subida de los tipos de interés se debió a un intento de frenar la inflación y el desplome de la moneda provocados, en parte, por la drástica caída de los precios del petróleo.
El Banco Central ruso no consiguió ayer frenar el desplome del rublo, que se derrumbó a niveles desconocidos desde la suspensión de pagos de 1998, a pesar de haber elevado la tasa clave de interés del 10,5% al 17%.
El encarecimiento del crédito a la banca comercial busca evitar que las entidades bancarias utilicen el dinero del Banco Central para la compra de divisas, lo que dispara su demanda y presiona a la baja a la moneda nacional.
“Lo que hay que hacer es contener la liquidez en rublos para que los bancos, las corporaciones y los particulares que necesitan pagar en rublos comiencen a vender sus divisas”, comentó el exgobernador del BC Serguéi Dubinin en declaraciones a la agencia oficial TASS.
Sin embargo, la subida de la tasa de interés no impidió que la Bolsa de Moscú continuara su caída en picado ni que el rublo siguiera perdiendo posiciones.
“La medida (el incremento de la tasa de interés) apunta ante todo a disminuir las expectativas inflacionarias”, explicó la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiúlina, en una entrevista con el canal de televisión Rossía 24.
Agregó que su influencia en el mercado de divisas será “indirecta y no inmediata”.
Nabiúlina descartó que el BC vaya a implantar medidas administrativas para regular el mercado de divisas.
Para el doctor en economía y catedrático de la Universidad Plejánov de Moscú Serguéi Valentéi, la medida adoptada por el Banco Central es “de manual de macroeconomía”.
En teoría, agregó, debería servir para contener los ritmos de incremento de inflación, que según han admitido las autoridades rusas este año superará el 10%.
Aunque la situación actual de Rusia, un país que cuenta con reservas internacionales por un valor de $416 mil millones, difiere de la de la década de los noventa, la dificultades que afronta su economía son muy graves, en particular la provocada por la caída de los precios del petróleo a mínimos de hace cinco años.
Las exportaciones de hidrocarburos generan cerca del 50% de los ingresos presupuestarios de Rusia, por lo que el desplome del precio del crudo, del que depende el del gas natural, tiene un impacto directo en su economía.
A la caída del precio del petróleo se suman las sanciones occidentales a Rusia por su postura en la crisis ucraniana, que han privado a Moscú no sólo de importantes fuentes de financiación, sino también del acceso de tecnologías para la industria extractiva de hidrocarburos.
El pasado mes de noviembre, Antón Siluánov, ministro de Finanzas de Rusia, cifró en $40 mil millones anuales las pérdidas para la economía por las sanciones y entre $90 mil y $100 mil millones por el descenso en el 30% de los precios del petróleo.
Desde entonces, el crudo ha continuado su caída, por lo que las estimaciones de Siluánov ya se han quedado muy cortas.
Moscú/EFE