Reforma educativa, una deuda pendiente
Es necesario un análisis y adecuación de los contenidos y métodos educativos y un impulso a las investigaciones para la innovación que deben vincularse con el sector productivo
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 03 octubre, 2011
Hemos mantenido la opinión de que Costa Rica debe apostar fuertemente a la educación y lo seguimos haciendo. Ese es el único camino para el éxito. Un repaso a los últimos datos sobre la economía nacional demuestra que así es.
Aunque la mayoría de las áreas económicas han sido golpeadas en mayor o menos medida por la crisis a partir de 2008, el sector de los servicios, principal motor hoy de la economía nacional, tiene dos años de presentar un crecimiento sostenido y de contratación permanente de profesionales, tal como lo informa una nota de este medio el lunes anterior.
Este auge en los servicios se relaciona con la llegada y la expansión de empresas de centros de llamadas y nuevas tecnologías, y se espera que continúe, ya que las compañías no disminuyen su ritmo de crecimiento.
Si bien estas compañías se sienten atraídas por Costa Rica por su cercanía y zona horaria similar a la de Estados Unidos y por menores costos de operación, el principal factor ha sido encontrar también aquí un recurso humano con buen nivel educativo, sin el cual lo demás no tendría relevancia.
Nuestro capital humano no solo es calificado, sino que posee cualidades para rápido aprendizaje, cuando eso sea necesario. Esta situación se da porque visionarios del siglo pasado apostaron a la educación comprometiendo fuertemente al Estado para lograrlo a mediano y largo plazo.
No obstante, es necesario tomar medidas para que esta situación, que tanto nos ha favorecido y que hasta hoy permite al país atravesar, con menos dureza quizás, la crisis económica mundial, no varíe por falta de visión y planes.
Al planificar las acciones necesarias para enrumbar al país hacia una completa apertura comercial, nada se hizo para preparar a nuestro recurso humano de modo que estuviera en las mejores condiciones para aprovecharla. Esa fue una falla cuyas consecuencias se sienten hoy en las pymes, importante soporte de la economía nacional. Esa tarea, en términos generales, sigue pendiente.
En cuanto a la formación, no solo para continuar exitosos en el área de los servicios, sino para avanzar en los otros sectores de la producción, es necesario un análisis y adecuación de los contenidos y métodos educativos y un decidido impulso a las investigaciones para la innovación.
El país cuenta con algunos focos de investigación científica y tecnológica en las universidades estatales, pero se necesita vincular estos esfuerzos con el sector privado productivo a fin de potenciarlos y convertirlos en factor de desarrollo.