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Proceso de paz para Siria será largo y marcado

EFE | Jueves 23 enero, 2014


En la inauguración de esta primera ronda de conversaciones, gobierno y oposición se sentaron en la misma sala, arropados por delegaciones de otros cuarenta países que llegaron a Montreux, Suiza. AFP/La República


Proceso de paz para Siria será largo y marcado

Las negociaciones de paz para Siria se iniciaron ayer con un masivo apoyo internacional, pero con señales que anticipan que llevará mucho tiempo aproximar los objetivos del gobierno y de la oposición, que ayer se acusaron mutuamente de ser los responsables de la catástrofe del país árabe.
El líder opositor Ahmad Yarba recriminó al Gobierno de Bachar Al Asad la responsabilidad de la muerte de 200 mil civiles, por lo que no hay otra solución que "ponerle de lado, al igual que a todos los símbolos de su régimen".
Yarba, presidente de la Coalición Nacional Siria (CNFROS) -una alianza de grupos opositores que sufrió pérdidas importantes por su decisión de participar en este proceso-, será el interlocutor del ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Walid Muallem, en las negociaciones.
Por primera vez ayer, en la inauguración de esta primera ronda de conversaciones -conocida como Ginebra 2-, gobierno y oposición se sentaron en la misma sala, arropados por delegaciones de otros cuarenta países que llegaron a Montreux para declarar su apoyo al retorno de la paz en Siria.
Sin embargo, el ministro Muallem arremetió en su discurso de apertura contra la CNFROS, a cuyos dirigentes acusó de hospedarse en hoteles de cinco estrellas y ejercer la posición desde el extranjero, "mientras el pueblo sirio está siendo masacrado".
"Los que dicen hablar en nombre del pueblo sirio deberían hacerlo desde dentro de nuestras fronteras, viviendo en sus casas destruidas y enviando a sus hijos a la escuela sin saber si volverán a salvo", agregó.
Frente a esta profunda división, el mediador del proceso, el experimentado diplomático argelino, Lajdar Brahimi, reconoció ante la prensa que no hay que hacerse ilusiones: "Será muy difícil y tendremos que trabajar duro".
"Hay una profunda división entre las delegaciones (sirias), una habla de terrorismo y la otra de formar un gobierno de transición", comentó.
Por ello, el mediador decidió a última hora adelantar el inicio de las negociaciones, previstas a partir del viernes, en una primera fase que puede durar entre siete y diez días.
Sin embargo, Brahimi anunció ayer que no demorará más el inicio de este diálogo urgente para poner alto al conflicto en Siria, que ha provocado ya unos 130 mil muertos, más de seis millones de desplazados internos y 2,3 millones de refugiados.
"No pospondremos el inicio de las negociaciones. Empezaremos mañana en lugar del viernes. Queremos tener suficiente tiempo para hablar con las partes y ya veremos cómo evoluciona el proceso", dijo.
El objetivo declarado por Brahimi es sentar frente a frente a las delegaciones que hoy se acusan del desastre en el que está hundido su país y que durante los últimos tres años se han negado a reconocerse como interlocutores legítimos.
Todos los actores claves en este proceso -Estados Unidos, Rusia, la ONU y varios otros países- consideraron que no habrá un avance determinante en esta primera ronda de negociaciones, en términos de alcanzar algún acuerdo sobre una transición política, aunque sí se espera algún tipo de entendimiento en el terreno humanitario.
Podría tratarse de aplicar un alto el fuego localizado, como en la provincia de Alepo, foco en las últimas semanas de duros combates; y de permitir la entrada de organizaciones de socorro a las áreas sitiadas donde hay población que lleva meses atrapada.
En estas zonas, el régimen sirio es acusado de bloquear la entrada de alimentos y medicamentos y dejar que los civiles mueran de hambre.


Montreux (Suiza)EFE







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