Planes de contingencia y de recuperación ante desastres
| Martes 16 octubre, 2007
Planes de contingencia y de recuperación ante desastres
Ing. Mauricio Solano, CISA
Bolsa Nacional de Valores, S.A.
Actualmente, la integridad y veracidad en los datos, así como la velocidad en el procesamiento de transacciones son factores que inciden directamente en la satisfacción y confianza de los clientes, haciendo a una empresa exitosa o provocando su ruina. En el mundo de los negocios, la suspensión de los servicios proporcionados a los clientes se traduce en pérdidas económicas y de oportunidades de negocio.
Debido al riesgo que representa la pérdida de la prestación de servicio hacia un cliente, se hace indispensable que las compañías implementen planes de continuidad del negocio (BCP) y de recuperación ante desastres (BRP). Estos planes contienen información valiosa sobre el proceder del negocio ante eventos adversos, de forma que el flujo de trabajo de la empresa no se vea interrumpido o al menos que su recuperación sea posible, a través de un método analizado, medido y probado.
Los planes de continuidad y recuperación tienen como base fundamental la realización de un “Análisis de Impacto del Negocio” o BIA. Este estudio, el cual debe ser definido por un grupo interdisciplinario, consiste en la definición del nivel de riesgo aceptable, inherente y residual de los servicios y los procesos más críticos, esenciales para que la empresa continúe con sus actividades; asimismo, incluye los servicios que no deben ser suspendidos de forma alguna en caso de ocurrencia de un desastre. La inclusión de estos procesos en los planes debe ser cuidadosamente analizada, cuantificada a partir de los riesgos y beneficios que representan para el negocio, debido a que tienen un costo a nivel económico y de infraestructura.
La efectividad y trascendencia de estos planes será medible a través de pruebas periódicas de su funcionalidad, tanto a nivel de coordinación interna de la empresa como de los clientes, asignando equipos de trabajo, definiendo sus responsabilidades, estrategias de comunicación y entrenamiento, de forma que se asegure el entendimiento de los procesos requeridos durante una contingencia, los tiempos estimados para la recuperación y el canal de comunicación a utilizar.
Consciente de tal situación, la Bolsa Nacional de Valores S. A. ha incorporado como parte de sus objetivos una estrategia de continuidad del negocio, la cual es revisada y mejorada periódicamente ajustándose a los cambios realizados en los servicios y en la infraestructura tecnológica. De esta forma, en caso de ocurrir un evento que impida continuar el negocio desde nuestras instalaciones principales, les aseguramos a los participantes del mercado de valores una alternativa para la negociación y liquidación de títulos valores, manteniendo activos los servicios críticos de mayor utilidad para el medio.
Ing. Mauricio Solano, CISA
Bolsa Nacional de Valores, S.A.
Actualmente, la integridad y veracidad en los datos, así como la velocidad en el procesamiento de transacciones son factores que inciden directamente en la satisfacción y confianza de los clientes, haciendo a una empresa exitosa o provocando su ruina. En el mundo de los negocios, la suspensión de los servicios proporcionados a los clientes se traduce en pérdidas económicas y de oportunidades de negocio.
Debido al riesgo que representa la pérdida de la prestación de servicio hacia un cliente, se hace indispensable que las compañías implementen planes de continuidad del negocio (BCP) y de recuperación ante desastres (BRP). Estos planes contienen información valiosa sobre el proceder del negocio ante eventos adversos, de forma que el flujo de trabajo de la empresa no se vea interrumpido o al menos que su recuperación sea posible, a través de un método analizado, medido y probado.
Los planes de continuidad y recuperación tienen como base fundamental la realización de un “Análisis de Impacto del Negocio” o BIA. Este estudio, el cual debe ser definido por un grupo interdisciplinario, consiste en la definición del nivel de riesgo aceptable, inherente y residual de los servicios y los procesos más críticos, esenciales para que la empresa continúe con sus actividades; asimismo, incluye los servicios que no deben ser suspendidos de forma alguna en caso de ocurrencia de un desastre. La inclusión de estos procesos en los planes debe ser cuidadosamente analizada, cuantificada a partir de los riesgos y beneficios que representan para el negocio, debido a que tienen un costo a nivel económico y de infraestructura.
La efectividad y trascendencia de estos planes será medible a través de pruebas periódicas de su funcionalidad, tanto a nivel de coordinación interna de la empresa como de los clientes, asignando equipos de trabajo, definiendo sus responsabilidades, estrategias de comunicación y entrenamiento, de forma que se asegure el entendimiento de los procesos requeridos durante una contingencia, los tiempos estimados para la recuperación y el canal de comunicación a utilizar.
Consciente de tal situación, la Bolsa Nacional de Valores S. A. ha incorporado como parte de sus objetivos una estrategia de continuidad del negocio, la cual es revisada y mejorada periódicamente ajustándose a los cambios realizados en los servicios y en la infraestructura tecnológica. De esta forma, en caso de ocurrir un evento que impida continuar el negocio desde nuestras instalaciones principales, les aseguramos a los participantes del mercado de valores una alternativa para la negociación y liquidación de títulos valores, manteniendo activos los servicios críticos de mayor utilidad para el medio.