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Pensiones para carreteras, desean candidatos

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Jueves 19 septiembre, 2013


El desarrollo de infraestructura es una de las tareas pendientes de este Gobierno. Gerson Vargas/La República


Con solo la quinta parte de las complementarias, el problema vial sería resuelto

Pensiones para carreteras, desean candidatos

Pérdida de dinero por corrupción es el temor de los opositores

Unos $5 mil millones pertenecientes a los fondos de pensión complementaria atenderían el deterioro de la red vial, dice la mayoría de los candidatos a la presidencia.

El fondo de pensiones complementarias se podría utilizar para financiar la construcción de carreteras, puentes y otras obras que hoy no tienen financiamiento. Marco Monge/La República

Su uso permitiría resolver el problema en el corto plazo, a un menor costo y con la ventaja de que las ganancias quedarían en manos de los costarricenses.
No obstante, garantizar la transparencia es indispensable, para cumplir con la promesa de devolver el dinero que, en unos años, pagará las cuentas de los pensionados.
A excepción de Luis Guillermo Solís, de Acción Ciudadana, y José María Villalta, de Frente Amplio, los demás contendientes mayoritarios ven una oportunidad en utilizar parte de los fondos de pensión complementaria en la atención de la deteriorada red vial.
El fideicomiso es “un mecanismo válido” para renovar las carreteras nacionales, dijo Johnny Araya de Liberación Nacional a LA REPÚBLICA esta semana.
Coinciden con esta perspectiva Otto Guevara, del Movimiento Libertario, así como Rodolfo Piza, candidato a primer vicepresidente por la Unidad.
Se trata de unos $5 mil millones, de los cuales se requerirían tan solo $1 mil millones, para construir la Trocha fronteriza, la carretera a San Ramón —incluido el puente de la Platina—, arreglar el tramo entre el aeropuerto y Manolos, ampliar la Ruta 32 a Limón y hasta construir un paso a desnivel en la Uruca, según un cálculo de LA REPÚBLICA, con base en los datos del Ministerio de Obras Públicas.
Con esta inversión, se construirían proyectos financiados con el cobro de peaje, requisito indispensable para generar los recursos que permitan devolver el dinero con ganancia a los futuros pensionados.
Para el futuro presidente, sería viable considerar este mecanismo para financiar la construcción de obra pública.
Por su parte, los diputados ya discuten un proyecto de ley, bajo los términos del cual los fondos de pensiones prestarían el dinero a un fideicomiso, casi seguro un banco estatal o un consorcio de bancos, que sería el encargado de contratar la construcción de las obras, y luego operaría la vía, incluso cobrando los peajes.
Con este concepto es que los pensionados podrían recibir retornos superiores en sus inversiones, que las que adquieren de las compras de los títulos de valores, que actualmente conforman la mayor parte de las carteras.
Otra ventaja del fideicomiso es que todos los mecanismos legales para invertir los fondos de pensiones en este tipo de inversión ya existen.

El riesgo del concepto es moderado, dado que se trata únicamente de la quinta parte de las pensiones, actualmente disponibles para la inversión fuera de los bonos del Estado.
Los fondos disponibles fueron definidos como tan solo unos $800 millones, en una nota publicada en este medio el 5 de agosto de este año; sin embargo, este monto no contempló a toda la industria.
Aun así, algunos candidatos objetan la opción del fideicomiso en este contexto, al pensar que cualquier problema pondría en riesgo el dinero ahorrado por los trabajadores.
No obstante, una salida es obligar al fideicomiso a asegurar la obra, para que compense cualquier pérdida, causada por un imprevisto o desastre natural.
Otro temor tiene que ver con la posible corrupción, en cuyo caso la aseguradora no pagaría nada, y los pensionados quedarían afectados.
Sin embargo, una solución a este problema sería que cada operadora tenga a una persona vigilando los gastos y contrataciones.
Además, sería menor la probabilidad de la corrupción, al ser un banco serio —o varios serios— encargados como fiduciarios a manejar cualquier proyecto.
Ya existen experiencias positivas en el país, usando fideicomisos para construir, como son los casos de las plantas hidroeléctricas de Cariblanco y Garabito del ICE, las cuales se han hecho con rapidez.

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net







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