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Oposición pesó en salida de Marco Vargas

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 05 abril, 2011




Carlos Ricardo Benavides, nuevo ministro de la Presidencia, podría dar “aires frescos” al gobierno para negociar
Oposición pesó en salida de Marco Vargas
Fracciones legislativas visitarán Casa Presidencial esta semana para revivir relaciones, indica Benavides
 
No habían pasado ni siquiera los primeros seis meses del gobierno, cuando el cotilleo sobre la salida de Marco Vargas, como ministro de la Presidencia, ya corría por los pasillos legislativos, era señalado por los analistas y comentado ampliamente por la prensa.
Una y otra vez, tanto Vargas como la presidenta Laura Chinchilla se encargaron de tacharlos como rumores.
Sin embargo, este domingo, sin mediar ninguna explicación, Vargas recogió sus cosas del Ministerio de la Presidencia y salió por la puerta de atrás, sin decir adiós ni siquiera a algunos de sus propios compañeros de trabajo.
Ayer, al anunciar su reemplazo, Chinchilla mostró un semblante sereno, confiada en que la salida de Vargas le dará “aires frescos” al Poder Ejecutivo, para negociar con la oposición en el Congreso, la cual habría forzado con sus críticas la salida del Ministro.
“Debemos recordar que Liberación es un partido que no logra la mayoría simple en el Congreso y ante esta situación, tiene que poner mucha atención a lo que diga la oposición. Si lo diputados aducen que el Ministro de la Presidencia no sirve, sin importar que tengan razón o no, el Ejecutivo tiene que escuchar, ya que no puede gobernar solo, el bipartidismo se acabó. Por otra parte, creo que fue evidente que al señor Vargas le faltó un juego de piernas político para conducirse y no estuvo a la altura para manejar las situaciones cotidianas”, manifestó Víctor Ramírez, analista político.
El cambio en el gabinete llega en momentos en que la fracción del Partido Liberación Nacional parece estar dividida y con problemas internos, por lo que la cercanía con la oposición es vital para impulsar proyectos.
La propia Presidenta reconoció que “los espacios políticos de Vargas para negociar estaban afectados” y que un cambio era positivo, de cara a uno de los años más complejos de su administración en términos legislativos.
Sin embargo, Chinchilla manifestó que las decisiones que toma no se basan en lo que digan uno o dos diputados, sino en un “análisis más objetivo de la realidad”, ya que algunos de ellos manejan los temas con un énfasis político.
“Conversamos sobre las dificultades que existían para que su función como interlocutor efectivo con el Congreso se realizara adecuadamente con algunos diputados. Sin embargo, al analizar su salida, creo que a él no se le reconoce del todo su labor, ya que a este gobierno le ha tocado de manera inusual, enfrentar otras agendas políticas que han tenido impacto en la Asamblea Legislativa y que normalmente no interfieren”, indicó Chinchilla.
El lugar de Vargas al frente del Ministerio de la Presidencia lo ocupará Carlos Ricardo Benavides, quien hasta ayer era el responsable del Instituto Costarricense de Turismo, el cual quedó al frente de Allan Flores.
La nueva mano derecha de la Presidenta se ganó su confianza cuando coincidieron como legisladores de Liberación durante el gobierno de Abel Pacheco (2002-2006). Benavides tendrá como recargo temporal el Ministerio de Deportes.
Por otra parte, la mandataria cerró al menos por el momento, la posibilidad de más modificaciones en el gabinete, ya que se encuentra “agradecida y satisfecha” con la labor de todos sus ministros; aunque indicó que el cambio de fichas en el gabinete es un instrumento que la Presidencia se debe reservar.
Además de Vargas, desde el inicio de esta administración el gobierno ha sufrido las bajas de Guiselle Goyenaga (ministra de Deportes) y Clotilde Fonseca (de Ciencia y Tecnología), además de dos viceministros de Seguridad, tres embajadores y un diputado.
Sobre este tema, el nuevo Ministro de la Presidencia aseveró que esta misma semana buscará acercarse a las fracciones de oposición.
“El diálogo solo hay una forma de acelerarlo y es sentándose a la mesa y conversar. Queremos utilizar todos los medios posibles para demostrar nuestra iniciativa y al mismo tiempo, escuchar las opiniones de quienes están en el otro lado, incrementando de esta forma, la confianza”, concluyó Benavides.

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net






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