Nota de Tano
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Lunes 24 agosto, 2009
Este es parte de un comentario de don Osvaldo Jiménez.
“Le escribo con respeto, porque creo que hay muchísima gente, entre la que me incluyo, harta de estar escuchando hablar de fútbol, harta de todos los que hablan de fútbol.
¿Por qué estoy harto?
Porque es un hecho que una de las actividades en las que más plata se gasta en este país es el fútbol y es una de la que menos resultados da. Si nos detenemos a analizar la proporción con la que se le mete dinero al fútbol, en contraposición con los resultados que da, no hay que tener un doctorado en administración de empresas, para darse cuenta que la peor inversión que se puede hacer, si lo que uno busca son resultados positivos, deportivamente hablando, es el fútbol, mientras que otras disciplinas que trabajan con las uñas, obtienen resultados muy, muy positivos con muchísima más regularidad y muchísima menos plata.
El fútbol, como la política de nuestro país, está lleno de mercenarios y lo único que les importa es recuperar su inversión en el menor tiempo posible.
Sin embargo, a otros deportes que se nutren de personas a las que sí podemos llamar deportistas de alto rendimiento, por ejemplo, ciclismo de montaña (somos de los mejores en Latinoamérica); el surfing, que recientemente se organizó un mundial en nuestro país, la industria de este deporte a nivel mundial mueve millones de dólares en todo el mundo, después del fútbol es el que más mueve plata en nuestro país, y da resultados (estamos entre los mejores del planeta), se le dan migajas, sobras.
La natación, con medallistas olímpicas y llena de gente apasionada por el deporte que practica y con técnicos que sí dan muestra de su capacidad y del conocimiento que tienen sobre su trabajo.
Y otras disciplinas, como el skateboarding, con muchachos que con apoyo cero logran que compañías estadounidenses les paguen boletos aéreos e incluso un salario para que se dediquen a patinar, o les dan productos para que lo sigan haciendo. Y nadie los conoce y nadie está interesado en hablar de ellos.
Entonces me molesta cuando todo el mundo se da por la cabeza si la Sele pierde, cuando un equipo tico pierde en un torneo internacional, sea cual sea, o cuando los entrenadores de fútbol, que ni siquiera tienen la debida licencia, dan excusas de risa para justificar por qué los golean. Esto es algo de esperar siempre, porque los futbolistas de nuestro país, los que están aquí, no son en realidad profesionales, ni mucho menos deportistas. Es suficiente con ver un poquito de fútbol inglés, español, argentino o mexicano, para darse cuenta de la diferencia entre un mejenguero, al que han chineado toda su vida, que se resiente ante las críticas y un deportista de alto rendimiento que se ve exigido semana tras semana en los mejores torneos del mundo”. Ya comentaremos la otra parte.
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