Nan Goldin, la fotógrafa que se enfrentó al imperio farmaceútico de la familia Sackler por su papel en la crisis de los opioides en Estados Unidos
Emma Jones - BBC News | Lunes 09 enero, 2023
"All the Beauty and the Bloodshed" (Toda la belleza y el derramamiento de sangre), dirigida por Laura Poitras, causó revuelo en 2022 cuando se convirtió en el segundo documental en la historia en ganar el prestigioso León de Oro en el Festival de Cine de Venecia.
Es una película que combina el arte y la política, y explica cómo una campaña dirigida por la fotógrafa Nan Goldin llevó a los principales museos y galerías del mundo a romper sus lazos con la familia Sackler, debido a su vínculo con el fármaco opioide OxyContin.
Poitras, quien ganó un Oscar al mejor documental en 2014 por "Citizenfour", sobre el excontratista de la CIA Edward Snowden, agradeció al jurado del Festival de Cine de Venecia en ese momento por "reconocer que el documental es cine".
En declaraciones más generales sobre su trabajo, Poitras ha dicho: "Hago películas sobre temas políticos que me preocupan, pero quiero que funcionen como películas. Me apasiona el cine y cada vez que un documental tiene éxito, es un éxito para todos quienes los hacemos".
La película ahora está en la lista para el Oscar al mejor documental y también se cree que podría convertirse en la primera película de no ficción que obtiene una nominación al Premio de la Academia a la mejor película.
El documental cuenta la historia de cómo Goldin y la organización Pain (las siglas en inglés de Intervención Ahora para la Adicción a los Medicamentos Recetados) llevaron a cabo una campaña de acción directa en las galerías de arte más famosas del mundo en protesta por sus vínculos con los Sackler.
Museos como el V&A (Victoria y Alberto) y la Tate de Londres, y el Louvre de París cortaron sus conexiones con la familia.
La empresa propiedad de los Sackler, Purdue Pharma, que fabrica OxyContin, llegó a un acuerdo en 2022 con varios estados de Estados Unidos por su papel en la crisis de opioides en ese país.
Millones de estadounidenses se han vuelto adictos a los analgésicos a base de opioides, como el fentanilo y el OxyContin, mientras que casi medio millón de muertes se atribuyeron a sobredosis de esos fármacos entre 1999 y 2019.
La historia también se convirtió en una serie de TV ganadora de un premio Emmy Dopesick, protagonizada por Michael Keaton.
Pero lo que ha llevado a publicaciones como The Hollywood Reporter y Variety a calificar la película de Poitras de "exquisita" y "desgarradora" es la forma como la directora tejió la propia historia de Goldin en la narrativa.
La fotógrafa de 68 años se hizo adicta al OxyContin en algún momento, pero es más conocida por su innovadora carrera artística, que incluye ser la primera que curó una exposición colectiva sobre la epidemia del sida, llamada "Witnesses: Against Our Vanishing" (Testigos: Contra nuestra desaparición) en 1989.
"Empecé a hacer entrevistas con Nan para el documental y me conmovieron tanto su trabajo y su vida, que supe que tenía que ser el corazón de la película", explica Poitras.
"Sabía que quería entretejer estos retratos y también mostrar algunos paralelismos entre lo que la impulsa como artista y la relación entre el arte y la política. Su trabajo es tan cercano al corazón, pero también tan político".
"Ella creó una controversia nacional en Estados Unidos con esa exhibición en 1989, estaba perdiendo a su comunidad y a su generación por la crisis del sida. Hay algo en Nan que termina estando en el lado correcto de la historia una y otra vez. Ella se pone de pie por la verdad y rechaza esta noción del statu quo".
Si bien documentales como "Amy", el retrato de la cantante Amy Winehouse de Asif Kapadia, y "Fahrenheit 9/11" de Michael Moore, una investigación sobre las guerras estadounidenses en Irak y Afganistán, han tenido éxito en la taquilla, sigue siendo muy raro que una película que no es ficción venza a un largometraje en las grandes categorías de los premios cinematográficos.
En 2004, "Fahrenheit 9/11" fue el segundo documental en la historia que ganaba la Palma de Oro de Cannes, pero no fue nominado en las categorías de mejor película o mejor documental en los Oscar.
"Para mí, sin embargo, tiene sentido que 'All the Beauty and the Bloodshed' haya ganado el León de Oro en Venecia y que se la mencione como posible nominada a mejor película", dice el crítico de cine y programador de festivales Kaleem Aftab.
"Es una historia estadounidense, hay un mensaje importante, así como una exploración de quién es Nan Goldin, y en Estados Unidos esta historia es enorme. Así que puedo ver por qué logró tocar un punto sensible en Julianne Moore, quien presidió el jurado del Festival de Cine de Venecia este año, y resonó con el público en Estados Unidos", señala.
"Estoy de acuerdo en que tener un tema estadounidense te ayuda a impulsarte en los premios, pero los Oscar son los Premios de la Academia Estadounidense".
Aftab agrega, sin embargo, que incluso en la categoría de documental, la película podría enfrentarse a la dura competencia de otras películas de no ficción, como "Navalny" de Daniel Roher, otro documental cargado de política sobre el líder de la oposición rusa Alexei Navalny, y "All That Breathes" de Shaunak Sen, una exploración cinematográfica de los intentos de dos hermanos por proteger a los milanos negros que caen del cielo en el aire contaminado de Delhi.
Ambos también están en la lista del Oscar al mejor documental.
"Este año ha sido increíblemente fuerte para los documentales, y su victoria refleja cómo se les ha validado cada vez más y ahora se los ve exactamente de la misma manera que se ve a los largometrajes", explica Aftab.
Poitras dice que su trabajo como cineasta es "hacer que la gente rinda cuentas: debemos celebrar el reportaje antagonista independiente, y la realización de documentales es una de esas formas de hacerlo".
Sin embargo, reflexionando sobre la historia de "Toda la belleza y el derramamiento de sangre", Poitras cree que el éxito de la campaña de Nan Goldin y Pain contra el apellido Sackler fue "limitado".
"De alguna manera, la película trata sobre la impunidad: nadie se enfrenta a una pena de cárcel, ni ha sido acusado, ni ha tenido que declararse en bancarrota, pero el nombre de la familia ha sido avergonzado en espacios culturales. Eso es una especie de éxito, pero es limitado".
"El nombre de Sackler permanece en algunos espacios públicos, pero cada vez son menos. El Louvre fue el primero en eliminar el nombre de Sackler, el V&A también lo hizo, y el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, y estos son triunfos que Nan debe celebrar", afirma Poitras.
"Era un debate pendiente desde hace mucho tiempo y solo salió a la luz gracias a personas que estuvieron dispuestas a correr riesgos".
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