Mujeres y el reto del siglo XXI
| Miércoles 17 junio, 2009
Mujeres y el reto del siglo XXI
Desde el principio de la creación, la mujer ha estado destinada al silencio de la reproducción maternal, a ella le ha sido confiada de manera entrañable, la tarea de dar la vida, protegerla, conservarla y llevarla a plenitud.
Está claro entonces, que el destino de la humanidad depende de reconocer, y respetar la dignidad de la mujer y su papel en la historia humana, porque ella ha estado involucrada en todos los procesos sociales, que se inician con el don de la vida, amando, educando, compartiendo, y sufriendo.
Históricamente, la mujer no siempre luchó por penetrar las esferas sociales de poder, razón por la cual su presencia e influencia, en el mundo actual, no pretende, ni busca, reemplazar lo masculino, su intención es complementarlo, con todas las cualidades y riquezas de su feminidad.
Es así como después de muchas luchas y conquistas se proclama el 8 de marzo de 1975, como el Año Internacional de la Mujer, pero es realmente a partir de 1980 que se producen con gran notoriedad, las reformas relativas a la inclusión y promoción de sus derechos e intereses en las listas de demandas de diversas organizaciones políticas.
No obstante, a pesar de existir como ley universal la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la falta de capacitación, la poca experiencia laboral y las exigencias domésticas que aún persisten, las obligan a optar por trabajos de baja productividad e ingreso.
Según la Organización de las Naciones Unidas, la participación de la mujer en la toma de decisiones es una exigencia democrática y de justicia social que debe catalogarse como prioritaria si se quieren alcanzar los objetivos de igualdad, desarrollo y paz, que reclaman las mujeres de todos los países del mundo.
Cabe resaltar que en Costa Rica, los ciudadano(a)s están muy satisfechos de que por primera vez, una mujer haya dado el paso con buen suceso en el campo político, al ganar la convención interna del Partido Liberación Nacional, con miras a disputar quien será el próximo gobernante de la República a partir de febrero de 2010.
También hay que reconocer la creciente violencia en nuestras sociedades y particularmente la ejercida contra la mujer, específicamente la violencia doméstica, que es la que se produce dentro del hogar, tanto del marido a su esposa, como de la madre a sus hijos, del nieto al abuelo, etcétera.
Finalmente, aunque poco a poco las mujeres han logrado ganar espacios en diferentes áreas de la sociedad y comparten responsabilidades con los hombres, los progresos generales son lentos. Cabe recordar que en algunos países, el aumento del número de mujeres en puestos de toma de decisiones no ha sido fortuito sino que, a menudo, es el resultado de iniciativas institucionales y electorales.
Luis Fernando Allen Forbes
Director ejecutivo
Asociación Salvemos el Río Pacuare
Desde el principio de la creación, la mujer ha estado destinada al silencio de la reproducción maternal, a ella le ha sido confiada de manera entrañable, la tarea de dar la vida, protegerla, conservarla y llevarla a plenitud.
Está claro entonces, que el destino de la humanidad depende de reconocer, y respetar la dignidad de la mujer y su papel en la historia humana, porque ella ha estado involucrada en todos los procesos sociales, que se inician con el don de la vida, amando, educando, compartiendo, y sufriendo.
Históricamente, la mujer no siempre luchó por penetrar las esferas sociales de poder, razón por la cual su presencia e influencia, en el mundo actual, no pretende, ni busca, reemplazar lo masculino, su intención es complementarlo, con todas las cualidades y riquezas de su feminidad.
Es así como después de muchas luchas y conquistas se proclama el 8 de marzo de 1975, como el Año Internacional de la Mujer, pero es realmente a partir de 1980 que se producen con gran notoriedad, las reformas relativas a la inclusión y promoción de sus derechos e intereses en las listas de demandas de diversas organizaciones políticas.
No obstante, a pesar de existir como ley universal la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la falta de capacitación, la poca experiencia laboral y las exigencias domésticas que aún persisten, las obligan a optar por trabajos de baja productividad e ingreso.
Según la Organización de las Naciones Unidas, la participación de la mujer en la toma de decisiones es una exigencia democrática y de justicia social que debe catalogarse como prioritaria si se quieren alcanzar los objetivos de igualdad, desarrollo y paz, que reclaman las mujeres de todos los países del mundo.
Cabe resaltar que en Costa Rica, los ciudadano(a)s están muy satisfechos de que por primera vez, una mujer haya dado el paso con buen suceso en el campo político, al ganar la convención interna del Partido Liberación Nacional, con miras a disputar quien será el próximo gobernante de la República a partir de febrero de 2010.
También hay que reconocer la creciente violencia en nuestras sociedades y particularmente la ejercida contra la mujer, específicamente la violencia doméstica, que es la que se produce dentro del hogar, tanto del marido a su esposa, como de la madre a sus hijos, del nieto al abuelo, etcétera.
Finalmente, aunque poco a poco las mujeres han logrado ganar espacios en diferentes áreas de la sociedad y comparten responsabilidades con los hombres, los progresos generales son lentos. Cabe recordar que en algunos países, el aumento del número de mujeres en puestos de toma de decisiones no ha sido fortuito sino que, a menudo, es el resultado de iniciativas institucionales y electorales.
Luis Fernando Allen Forbes
Director ejecutivo
Asociación Salvemos el Río Pacuare