Mayor ingreso y menos desigualdad
Para intentar compararnos con Suecia, Singapur y Noruega, el punto de partida es el nivel socioeconómico de la población
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 03 junio, 2011
En naciones como Suecia, Singapur y Noruega, las modernas tecnologías avanzan a gran velocidad. En esos países el nivel socioeconómico de la población es, desde luego, muy diferente al nuestro. Los costarricenses, en promedio, ganan de tres a cinco veces menos al año que los nórdicos.
Aunque es cierto que no debemos autolimitarnos y que no tenemos por qué compararnos solo con Latinoamérica o con Centroamérica, porque el ritmo de la mejoría de nuestras condiciones de vida lo imponemos únicamente nosotros, también es verdad que debemos ser realistas.
Al firmar el primer contrato de apertura celular, la presidente Laura Chinchilla dijo que “de ahora en adelante… nuestro punto de comparación serán Suecia, Singapur y Noruega”. Como intención es muy alentadora.
Sin embargo, para intentar algo como eso se debe tener en cuenta que el punto de partida es el nivel socioeconómico de la población. Y los analistas coinciden en que para mejorar el nivel de ingreso de los ciudadanos hay que hacerlo en dos puntos básicos que señala una nota de este medio el martes pasado: mejorar el grado de la educación y aumentar la inversión en todos los campos del desarrollo tecnológico.
Es decir, que es mucho aún lo que se debe hacer.
Debemos alcanzar un alto nivel de ingresos y bajar la desigualdad mejorando la distribución de la riqueza. No sabemos aún cuáles son los planes para alcanzar esto.
Debemos realizar lo que nos falta en investigación y desarrollo. Esto requiere aumentar la inversión y que el sector privado se aboque a aportar lo suyo en investigación y producción tecnológica.
Por otra parte, como se ha dicho ya, el aumento aprobado para la educación está por ahora a la espera de que en el presupuesto nacional se incluya la partida económica correspondiente y después, que el incremento sirva, entre otras cosas, para elevar considerablemente la calidad de la educación que se imparte.
El plan para lograr esto último, que tiene que ver con el nivel del profesorado, aún no lo conocemos.
Recordemos que es muy bueno tener sueños, por muy grandes o lejanos que parezcan, pero a estos debe acompañarlos una firme, constante, efectiva y comprobable cantidad de acciones destinadas a ir, paso a paso, y a buen ritmo, hacia esa meta que se ha soñado.