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Mano a madres adolescentes

María Cisneros redaccion@larepublica.net | Viernes 25 enero, 2013


En el albergue se trabaja con adolescentes madres, en su mayoría son muchachas en condición de pobreza, con baja escolaridad, y víctimas de violencia intrafamiliar, dijo Marianella Chaves, directora de Casa Luz. ESTEBAN MONGE/LA REPÚBLICA


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Mano a madres adolescentes

Brindar educación, techo y oportunidades de crecimiento es una tarea que el Hotel Grano de Oro adoptó desde hace diez años

Apoyar a madres adolescentes mediante un albergue que resguarde su bienestar, y les permita abrir la puerta de un mejor futuro, es la labor que despliega el albergue Casa Luz, impulsado por el Hotel Grano de Oro.

Este proyecto alzó su voz hace diez años cuando inició su gestión social, y se une a diversos proyectos en el país que no solo brindan una solución temporal, sino que perduran en el tiempo.
En el país, este tipo de gestiones son incentivadas con premiaciones que ponen en alto su labor.
En su caso, el Hotel y Restaurante Grano de Oro, fundó el centro Casa Luz, un albergue que recibe a adolescentes desde los 13 hasta los 17 años en estado de embarazo o con hijos.
Ellas llegan con una escolaridad muy baja y escasos recursos económicos, inclusive algunas acuden al albergue sin saber escribir o leer, dijo Marianella Chaves, directora de Casa Luz.
Reciben alrededor de tres años de tratamiento, que incluye asesoría para pasar a la vida adulta e independiente, con la ayuda de profesionales en sicología y en trabajo social.
La atención integral abarca talleres con una sicóloga para ayudarlas en autoestima, proyectos de vida, manejo de conflictos y su educación, añadió Chaves.
Ya son varias adolescentes las que han pasado por el proceso de apoyo en el albergue, con lo que han logrado independizarse. Además las egresadas se han convertido en un modelo positivo para las adolescentes actuales que están en Casa Luz.
Actualmente atienden a 13 adolescentes y a sus hijos que son cerca de 17, el centro tiene capacidad para recibir a 40 personas.
Este tipo de iniciativas son reconocidas a nivel gremial, como lo hace AmCham, que el año pasado recibió 40 proyectos que participaron en la categoría de premio a la responsabilidad social.
“Hoy más que nunca entendemos que la responsabilidad social empresarial además de ser una estrategia de negocios, se fundamenta en cambiar nuestro entorno para mejorarlo”, comentó José Antonio Muñoz, presidente de la junta directiva de AmCham.


María Fernanda Cisneros
mcisneros@larepublica.net







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