La economía mundial recuerda contracción de 1994
Bloomberg | Martes 25 agosto, 2015
La economía mundial recuerda contracción de 1994
La economía más grande de Asia se desacelera, la Reserva Federal está a punto de lanzar un ciclo de ajuste de las tasas de interés y China acaba de devaluar su moneda.
Esa cadena de acontecimientos en 1994 finalmente desató una ronda de devaluaciones cambiarias competitivas que contribuyó a provocar la crisis financiera asiática, con quiebras bancarias y corporativas y recesiones en gran parte de la región.
¿La actual agitación en el mercado presagia, acaso, otra contracción en toda la región? Ciertamente, existen paralelismos, pero también diferencias importantes.
En esta oportunidad, las economías asiáticas tienen saldos de cuenta corriente, posiciones fiscales y reservas cambiarias más fuertes que proveen una mayor protección contra la turbulencia.
De todas maneras, los riesgos se acumulan dado que el cambio sorpresivo de 180° en la política china relativa al yuan el 11 de agosto afecta a todo el planeta, desde Vietnam hasta Kazajistán, y amenaza a las economías emergentes vulnerables, desde Brasil a Turquía.
La devaluación del yuan se suma a una marcada regresión en la segunda economía más grande del mundo y la más grande de Asia (Japón ocupaba el primer puesto en 1994) y a una caída en los precios de los productos básicos que está afectando a países como Brasil, Australia, Malasia y Sudáfrica.
Las compañías chinas amenazan ahora con desplazar las exportaciones de los competidores asiáticos y de los mercados emergentes justo cuando la Reserva Federal estadounidense se apresta a elevar las tasas de interés por primera vez desde la crisis financiera global.
“Es probable que se produzca una tormenta desagradable” en países como Brasil y Sudáfrica, dijo Stephen Jen, cofundador del fondo de cobertura con sede en Londres SLJ Macro Partners LLP. “Pero personalmente no anticipo una crisis ni tampoco momentos muy tensos en Asia. La principal razón es que la Crisis Asiática de 1997 ya depuró el sistema financiero asiático y la resiliencia de Asia debería ser mayor”.
Antes de 1994, el continente asiático era el niño mimado del mundo inversor y algunos lo veían como un milagro del crecimiento para finales del siglo XX. Esa euforia no duró demasiado tiempo.
La devaluación de China hace 21 años suele mencionarse como una causa próxima de la posterior crisis de los mercados emergentes, en tanto el aumento de la tasa de la Fed ese mismo año fue el disparador, según Lombard Street Research.
Este año, la medida monetaria sorpresiva de China ha llevado a Vietnam a devaluar el dong. La moneda de Kazajistán se desplomó más de 20% contra el dólar el jueves pasado cuando el país renunció al control de su tipo de cambio. El rand sudafricano y la lira de Turquía ampliaron las pérdidas.
“En 2013 comenzó un ciclo de ajuste a la baja en Asia –este ciclo ha sido y continuará siendo doloroso”, escribieron economistas de Morgan Stanley como Chetan Ahya en Hong Kong en un informe este lunes. Si bien es probable que la regresión persista “creemos que es poco probable una situación como la de 1997-98”
La crisis asiática tuvo que ver con paridades cambiarias indefendibles frente al dólar, reservas en moneda extranjera inadecuadas y una fuerte exposición a grandes flujos de dinero, dice Stephen Roach, investigador sénior en la Universidad de Yale.
Las circunstancias actuales son diferentes respecto de los dos primeros puntos. No obstante, existe una similitud perturbadora: la exposición de China a una deuda bancaria denominada en dólares de $1 billón en tanto el arbitraje cambiario del yuan comienza a relajarse después de la devaluación implementada por el Banco Popular de China, dijo Roach, que fue economista global principal de Morgan Stanley durante la crisis financiera asiática.
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