Infraestructura vial generaría ahorro
No se puede condenar al país a sufrir un freno en su desarrollo por falta de una infraestructura que es posible realizar si hubiera voluntad para hacerlo
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 14 diciembre, 2009
Pese a que son productivas, no se construyen carreteras en este país. Ese es el tema de un análisis que este medio hace hoy. Una situación incomprensible si se toma en cuenta, como el análisis lo explica claramente, que la carencia de esta infraestructura es una de las cosas que más están atrasando la evolución económica nacional y que la realización de proyectos viales claves no tendría costos. Lo anterior puede verificarse mediante los datos proporcionados en el mencionado análisis, que calcula la ganancia en eficiencia que las nuevas rutas representarían para el comercio y para las personas que necesitan viajar por diversas razones, comparada con la inversión que debería hacerse para construir las carreteras. No obstante, el país sigue sin contar con las rutas que necesita, como por ejemplo la vía entre San José y Limón o la periférica norte de San José, para mencionar solo dos ejemplos. No hay razones para mantener a la nación en este lamentable estado en materia de infraestructura que ha llegado en algunos casos a convertirse en mucho más que pérdidas materiales. Ya hubo cinco muertos por el colapso del puente sobre el Río Grande de Tárcoles, a pesar de lo cual no se advierte una verdadera reacción para acabar con la apremiante situación de nuestras carreteras. Muchos otros puentes están en peligro de colapsar. Sin embargo está claro que contar con las vías necesarias, al beneficiar a la economía produciría también una mejora social general. La desacertada política, en determinado momento, de eliminar los trenes de carga, envió todo el transporte de mercadería hacia las carreteras deteriorando seriamente las existentes. Pero esto tampoco generó la lógica reacción de construir infraestructura vial para solucionar el problema que era evidente. Hoy no se puede seguir dando largas al asunto. No se puede condenar al país a sufrir un freno en su desarrollo por falta de una infraestructura que es posible realizar si hubiera voluntad para hacerlo.