Indicadores de fondos de inversión: La economía global
| Lunes 19 noviembre, 2007
Indicadores de fondos de inversión
La economía global
La estrategia y operaciones de las empresas están determinadas por el entono. En este sobresalen los niveles de la industria o sector en que compite la compañía. Otros niveles se refieren al nacional o local y el nivel internacional. Para el caso de nuestro comentario de hoy, este último corresponde a la economía global y a los factores que marcan su comportamiento.
Lo anterior es fundamental para tener un conocimiento más acabado sobre la conducta de los fondos de inversión y, especialmente, de la evolución de su rentabilidad. De hecho, la construcción de una cartera de inversiones para un fondo, especialmente de mediano y largo plazo (renta y crecimiento), debe tomar en cuenta el horizonte temporal definido en el prospecto, para efectos de la lectura permanente de la economía global y el impacto de sus fluctuaciones en los valores que constituyen la cartera.
Así, partiendo de la economía real como punto para la generación de la riqueza, resulta trascendental un análisis descendente sobre las perspectivas de una empresa a partir de la economía global. Este nivel puede afectar las exportaciones, la competencia en el ámbito de los precios y los posibles beneficios que proyectan sus inversiones en el extranjero.
Por otra parte, las economías de la mayoría de los países están vinculadas a nivel macroeconómico, provocando variaciones, en cualquier momento, en el comportamiento económico de los distintos países. Del mismo modo, existen variaciones considerables en la rentabilidad de los mercados de valores y, recientemente, esta ha sido la tónica para el inversionista.
Además, el entorno global presenta riesgos políticos que están en función de la ubicación de las inversiones y de la procedencia de los valores. Estos riesgos se reflejan en la rentabilidad de los activos financieros que componen la cartera de los fondos de inversión. Por lo que no debe extrañar al inversionista las fluctuaciones en la rentabilidad de los fondos en que participa.
Juan Carlos Pérez Herra
jcperez@larepublica.net
La economía global
La estrategia y operaciones de las empresas están determinadas por el entono. En este sobresalen los niveles de la industria o sector en que compite la compañía. Otros niveles se refieren al nacional o local y el nivel internacional. Para el caso de nuestro comentario de hoy, este último corresponde a la economía global y a los factores que marcan su comportamiento.
Lo anterior es fundamental para tener un conocimiento más acabado sobre la conducta de los fondos de inversión y, especialmente, de la evolución de su rentabilidad. De hecho, la construcción de una cartera de inversiones para un fondo, especialmente de mediano y largo plazo (renta y crecimiento), debe tomar en cuenta el horizonte temporal definido en el prospecto, para efectos de la lectura permanente de la economía global y el impacto de sus fluctuaciones en los valores que constituyen la cartera.
Así, partiendo de la economía real como punto para la generación de la riqueza, resulta trascendental un análisis descendente sobre las perspectivas de una empresa a partir de la economía global. Este nivel puede afectar las exportaciones, la competencia en el ámbito de los precios y los posibles beneficios que proyectan sus inversiones en el extranjero.
Por otra parte, las economías de la mayoría de los países están vinculadas a nivel macroeconómico, provocando variaciones, en cualquier momento, en el comportamiento económico de los distintos países. Del mismo modo, existen variaciones considerables en la rentabilidad de los mercados de valores y, recientemente, esta ha sido la tónica para el inversionista.
Además, el entorno global presenta riesgos políticos que están en función de la ubicación de las inversiones y de la procedencia de los valores. Estos riesgos se reflejan en la rentabilidad de los activos financieros que componen la cartera de los fondos de inversión. Por lo que no debe extrañar al inversionista las fluctuaciones en la rentabilidad de los fondos en que participa.
Juan Carlos Pérez Herra
jcperez@larepublica.net