Humanice su marca en el espectro social

Cada libro, obra, película, novela y juego tienen algo en común: todos tienen, al menos, un personaje. La mayoría tiene dos o más, y algunos tienen miles.
Sin importar quién sea el personaje, los libros, las películas y el resto de la vida sería monótona sin ellos.
El ser humano necesita humanizar lo que le rodea para poder interactuar con ello. Requiere imaginar al personaje de un libro para entender cómo vive la historia.

Precisa imaginar al locutor de una emisora de radio para entender lo que dice y por qué lo dice. En resumen: necesita imaginar a las personas, para sentir como ellas.
Muchas marcas han entendido la importancia de humanizarse a través de la gestación de personajes que le den sentido y atributos emocionales que por sí mismos sus productos o servicios no tienen.
El gran espectro de las redes sociales no ha sido terreno ajeno a esta tendencia y es el escenario que muchas empresas utilizan para instaurar un personaje que, bien construido, puede tener un efecto duradero en la mente de su público de interés.
Es así como “La Abuela que Vuela” (Movistar), “La Chica Multi” (Multiplaza), “Señor Pintor” (Sherwin Williams), “Andrea” (BN Más Cerca), entre otros, se han instalado en plataformas sociales como Facebook para humanizar una marca y crear un puente de interacción que conecte a sus consumidores.
Esto es relevante porque dentro de los mecanismos que buscan orientar al consumo, los personajes en redes sociales desempeñan como nadie su función de asegurar la fidelidad y, del mismo modo, abre puertas en el reclutamiento de nuevos adeptos.
La construcción de un exitoso personaje de marca en canales sociales debe ser uno de los mayores triunfos publicitarios. El resultado puede ser tan poderoso que logra que valores como la seducción, pero en especial, la lealtad, se conviertan en factores normales entre el consumidor y la firma.
Sin embargo, dar a luz un personaje en plataformas como Facebook debe responder a toda una estrategia de comunicación digital que busque informar, ayudar, aportar soluciones, hacer reír a los seguidores, en definitiva, hacerle la vida más amena y fácil a las personas. De ninguna manera debe enfocarse únicamente a la venta lisa y llana.
Invertir en un personaje puede significar un acierto completo, si la apuesta es realizada de manera profesional y sobre todo, con el equipo correcto.
Aunque la asociación que se hace entre personaje y producto no es inmediata, después de que eso sucede (que nace la conexión) el retorno es bastante significativo.
Esto último me motiva a pedirle que analice objetivamente y concentre sus intereses en pensar en un personaje funcional que logre seducir a su público.

Por Alfredo Rojas
Director
*Baum Digital