Flotación de la moneda tomaría fuerza a fin de año
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 25 enero, 2010
Las bandas ya estarían alcanzando madurez y esto podría dar paso al nuevo esquema
Flotación de la moneda tomaría fuerza a fin de año
• Resultado de la contienda electoral será determinante para una decisión al respecto
• La conveniencia de pasar a este modelo tiene sus detractores
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net
Los días de las bandas cambiarias podrían estar contados. De mantenerse las condiciones políticas y de pensamiento económico, en el corto plazo el país tendría un modelo cambiario de flotación porque el actual ya habría cumplido su fin transitorio.
La idea fue, desde el principio que las bandas ayudaran a madurar una cultura cambiaria y que, cuando el mercado estuviera listo se pasara a la flotación.
Los criterios para creer que ese futuro está próximo son varios.
Por ejemplo, el Banco Central no interviene en el mercado cambiario desde setiembre del año anterior. Por otro lado, los precios tienen cuatro meses de ubicarse en el centro de las bandas y por ello estas han perdido uso.
El entorno es favorable porque la entidad mejoró su fortaleza en reservas internacionales y la volatilidad se mantuvo entre el 1% y 2% diarios, valores propios de un mercado maduro.
“La fecha exacta la desconocemos, pero sí hay consenso en que primero pasarán las elecciones. Vemos que de mantenerse la línea política y económica actual, la decisión (de pasar a un modelo de flotación) bien puede tomarse este año”, manifestó Fernando Estrada, gerente de estrategia de INS Puesto de Bolsa.
Por otro lado hay especialistas con diferente opinión. Ellos consideran que cuatro meses de buen comportamiento es un inicio y no una señal para pasar a otro tipo cambiario. Afirman que el modelo genera incertidumbre y consideran que quizá no sea tan conveniente para el país.
En otros países como Colombia, Chile y México, la transición de un modelo de bandas a uno de flotación administrada ha tomado desde cinco hasta diez años, en gran medida porque las personas no lograban administrar bien este sistema.
“Creo que no hay nada de madurez en tan poco tiempo. Hay que ver un poco más cómo reaccionan los diferentes actores en condiciones menos anormales que las presentes (de crisis global), particularmente en un mercado relativamente pequeño, que con transacciones no muy grandes puede verse afectado. No veo para qué tener prisa con esto”, indicó Félix Delgado, analista de CEFSA.
Será la fluctuación del tipo de cambio dentro de los márgenes de las bandas lo que en algún momento demostrará que estas son obsoletas, estimó Delgado. Esto no será por un anuncio del Banco Central sino porque los precios se manejarán entre los márgenes definidos.
Al ser el costarricense un mercado pequeño, cualquier persona que tenga un volumen considerable de dólares puede generar inestabilidad y propiciar especulación.
“Es imposible pensar que un mercado va a ser competitivo cuando hay especuladores en él. Uno pensaría que si la moneda se revalúa es porque la economía ganó competitividad, pero no está ocurriendo así”, aseveró Martín Parada, director de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional.
Flotación de la moneda tomaría fuerza a fin de año
• Resultado de la contienda electoral será determinante para una decisión al respecto
• La conveniencia de pasar a este modelo tiene sus detractores
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net
Los días de las bandas cambiarias podrían estar contados. De mantenerse las condiciones políticas y de pensamiento económico, en el corto plazo el país tendría un modelo cambiario de flotación porque el actual ya habría cumplido su fin transitorio.
La idea fue, desde el principio que las bandas ayudaran a madurar una cultura cambiaria y que, cuando el mercado estuviera listo se pasara a la flotación.
Los criterios para creer que ese futuro está próximo son varios.
Por ejemplo, el Banco Central no interviene en el mercado cambiario desde setiembre del año anterior. Por otro lado, los precios tienen cuatro meses de ubicarse en el centro de las bandas y por ello estas han perdido uso.
El entorno es favorable porque la entidad mejoró su fortaleza en reservas internacionales y la volatilidad se mantuvo entre el 1% y 2% diarios, valores propios de un mercado maduro.
“La fecha exacta la desconocemos, pero sí hay consenso en que primero pasarán las elecciones. Vemos que de mantenerse la línea política y económica actual, la decisión (de pasar a un modelo de flotación) bien puede tomarse este año”, manifestó Fernando Estrada, gerente de estrategia de INS Puesto de Bolsa.
Por otro lado hay especialistas con diferente opinión. Ellos consideran que cuatro meses de buen comportamiento es un inicio y no una señal para pasar a otro tipo cambiario. Afirman que el modelo genera incertidumbre y consideran que quizá no sea tan conveniente para el país.
En otros países como Colombia, Chile y México, la transición de un modelo de bandas a uno de flotación administrada ha tomado desde cinco hasta diez años, en gran medida porque las personas no lograban administrar bien este sistema.
“Creo que no hay nada de madurez en tan poco tiempo. Hay que ver un poco más cómo reaccionan los diferentes actores en condiciones menos anormales que las presentes (de crisis global), particularmente en un mercado relativamente pequeño, que con transacciones no muy grandes puede verse afectado. No veo para qué tener prisa con esto”, indicó Félix Delgado, analista de CEFSA.
Será la fluctuación del tipo de cambio dentro de los márgenes de las bandas lo que en algún momento demostrará que estas son obsoletas, estimó Delgado. Esto no será por un anuncio del Banco Central sino porque los precios se manejarán entre los márgenes definidos.
Al ser el costarricense un mercado pequeño, cualquier persona que tenga un volumen considerable de dólares puede generar inestabilidad y propiciar especulación.
“Es imposible pensar que un mercado va a ser competitivo cuando hay especuladores en él. Uno pensaría que si la moneda se revalúa es porque la economía ganó competitividad, pero no está ocurriendo así”, aseveró Martín Parada, director de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional.