¿Es necesaria una reforma fiscal?
| Miércoles 09 noviembre, 2011
¿Es necesaria una reforma fiscal?
En las últimas semanas ha aumentado la intensidad del debate en torno al paquete fiscal que está en discusión en la Asamblea Legislativa. Como era de esperar, son varios los sectores que se oponen a dicho proyecto, porque tiene consecuencias negativas para la actividad económica del país, máxime si consideramos que aún no nos hemos recuperado de la crisis financiera internacional iniciada en el año 2008 y más bien podríamos estar a las puertas de una segunda crisis internacional con consecuencias aún más negativas.
No podemos tapar el sol con un dedo. Es una realidad que tenemos un déficit fiscal que está alcanzando niveles preocupantes y si queremos que nuestra economía mejore, en el mediano y largo plazo, debemos atender este problema. Sin embargo, debemos ser conscientes de que en el corto plazo el aumento y la creación de nuevos impuestos tendrá un efecto negativo sobre la economía y que, más bien, los ingresos del fisco podrían disminuir producto de una desaceleración en la actividad económica.
Pero más allá de la discusión sobre la conveniencia o inconveniencia de una reforma fiscal, en realidad deberíamos tener una discusión sobre el modelo de desarrollo que la mayoría de los costarricenses deseamos tener, cuál debería ser el papel que jugaría el gobierno dentro de dicho modelo y, producto de esta discusión, realizar una reforma fiscal que le permita al país alcanzar ese ideal de desarrollo.
Para nuestros gobernantes, los ciudadanos nos hemos convertido en la caja chica del gobierno. La clase política no ha tenido la menor intención de limitar el gasto del estado, porque no ha querido realizar reformas estructurales que podrían perjudicar su caudal político. Se les ha olvidado que el gobierno no es la razón de ser de un país, que el gobierno y todos los que lo componen, están para servir al país, y nosotros, los ciudadanos que pagamos impuestos, tenemos que tener voz y voto en la forma como se invierten nuestros impuestos y, sobre todo, como se gastan.
Costa Rica requiere un Plan País, en el cual, para su elaboración, participen todos los sectores de la sociedad, que permita delinear planes de desarrollo de largo plazo y que le ponga un límite al gasto del estado.
Este Plan País debe marcar la cancha para los políticos de turno, de manera tal que el partido que gane las elecciones sepa que tiene que moverse dentro de los límites establecidos y que sea responsable tanto por sus acciones, como por sus omisiones. De modo tal que los planes de desarrollo de largo plazo que se definan efectivamente sean cumplidos, independientemente del color político de los gobernantes.
Necesitamos plantear un Plan País, que sea aprobado en un plebiscito nacional y que sea de acatamiento obligatorio por parte de los políticos de turno. De esta manera podremos sacar a Costa Rica del atolladero en el que nos encontramos.
Juan Carlos Herrera Raven
Corredor de Bolsa
En las últimas semanas ha aumentado la intensidad del debate en torno al paquete fiscal que está en discusión en la Asamblea Legislativa. Como era de esperar, son varios los sectores que se oponen a dicho proyecto, porque tiene consecuencias negativas para la actividad económica del país, máxime si consideramos que aún no nos hemos recuperado de la crisis financiera internacional iniciada en el año 2008 y más bien podríamos estar a las puertas de una segunda crisis internacional con consecuencias aún más negativas.
No podemos tapar el sol con un dedo. Es una realidad que tenemos un déficit fiscal que está alcanzando niveles preocupantes y si queremos que nuestra economía mejore, en el mediano y largo plazo, debemos atender este problema. Sin embargo, debemos ser conscientes de que en el corto plazo el aumento y la creación de nuevos impuestos tendrá un efecto negativo sobre la economía y que, más bien, los ingresos del fisco podrían disminuir producto de una desaceleración en la actividad económica.
Pero más allá de la discusión sobre la conveniencia o inconveniencia de una reforma fiscal, en realidad deberíamos tener una discusión sobre el modelo de desarrollo que la mayoría de los costarricenses deseamos tener, cuál debería ser el papel que jugaría el gobierno dentro de dicho modelo y, producto de esta discusión, realizar una reforma fiscal que le permita al país alcanzar ese ideal de desarrollo.
Para nuestros gobernantes, los ciudadanos nos hemos convertido en la caja chica del gobierno. La clase política no ha tenido la menor intención de limitar el gasto del estado, porque no ha querido realizar reformas estructurales que podrían perjudicar su caudal político. Se les ha olvidado que el gobierno no es la razón de ser de un país, que el gobierno y todos los que lo componen, están para servir al país, y nosotros, los ciudadanos que pagamos impuestos, tenemos que tener voz y voto en la forma como se invierten nuestros impuestos y, sobre todo, como se gastan.
Costa Rica requiere un Plan País, en el cual, para su elaboración, participen todos los sectores de la sociedad, que permita delinear planes de desarrollo de largo plazo y que le ponga un límite al gasto del estado.
Este Plan País debe marcar la cancha para los políticos de turno, de manera tal que el partido que gane las elecciones sepa que tiene que moverse dentro de los límites establecidos y que sea responsable tanto por sus acciones, como por sus omisiones. De modo tal que los planes de desarrollo de largo plazo que se definan efectivamente sean cumplidos, independientemente del color político de los gobernantes.
Necesitamos plantear un Plan País, que sea aprobado en un plebiscito nacional y que sea de acatamiento obligatorio por parte de los políticos de turno. De esta manera podremos sacar a Costa Rica del atolladero en el que nos encontramos.
Juan Carlos Herrera Raven
Corredor de Bolsa