Entre autoridades, el tipo de cambio y un nuevo editor

En estos momentos en los que el olor a tamales, ciprés, villancicos, toros a la tica, quemadas de bombetas, creo que a todos nos vienen a la mente espacios para hacer catarsis sobre lo que fueron los últimos 12 meses.
En lo personal, tengo que decir ¡Qué bonito estuvo este 2014!
Tanto en lo personal, como en lo profesional, ya que aunque ha sido un año durísimo a nivel de crecimiento económico y otras variables macros del país, para los periodistas que cubrimos este mundo —que lo es todo— de los números y sus cálculos para con la sociedad, hemos visto muchos cambios, que hace rato, no nos generaban tanta diversidad de informaciones.
El tipo de cambio no dejó de ser noticia, todo 2014 vimos a los diferentes medios de información hablar de esto —no me excluyo, mínimo dos notas por quincena— y es que el brinco que dio en el primer trimestre fue abrumador.
Entonces, empezó el frenesí, donde muchos deudores en dólares y generadores de colones, decidieron cambiarse para protegerse del riesgo cambiario, algo que fue como el cuento del coco, ya que asustó, pero nunca apareció.
Con el nuevo gobierno, otra administración, al Banco Central llegó un viejo conocido, don Olivier Castro, en la presidencia; al inicio no me gustó mucho su humor ante las grabadoras o cámaras de los colegas. Pero luego entendí, que él es así, un labriego sencillo, que solo hace su trabajo y tiene un buen sentido del humor. Una sola cosa don Olivier para 2015 ¡No más bandas, y ya diga que estamos en flotación administrada!
También, don Eduardo Prado, quien tomó el rumbo de administración del Central desde la gerencia, todo un caballero y gran analista, claro, él tiene ya su rato formando parte del equipo de la administración monetaria, la mejor de las suertes para este gran hombre.
No puedo dejar de lado a don Helio Fallas, quien es el primer vicepresidente de la República, ministro de Hacienda y coordina el equipo económico, a inicios de año lo entrevisté, cuando ya se sabía que el PAC ganaría las elecciones.
Me parece un hombre sensato, inteligente, que evalúa bien las cosas antes de ejecutarlas, la experiencia le sobra, pero le toca todos los días “bailar con la más fea”, que se llama Déficit y se apellida Fiscal. ¡A recortar los gastos y nada de nuevos impuestos, por favor!
Lo más curioso, es que así como ellos, yo también inicié nuevas labores, cuando desde finales de mayo, tomé el puesto de una gran amiga, Carolina Acuña, como editor de esta sección.
Llegar a LA REPÚBLICA desde hace ya más de dos años, me ha permitido conocer a muchos líderes empresariales de este país, mujeres y hombres que con su accionar rompen todos los esquemas en un mundo económico que no es nada fácil para hacer negocios exitosos.
Espero en 2015 seguir dando notas anticipadas a lo que va a suceder, y atinadas en el resultado, para que sus decisiones como inversionista, sean las mejores, como lo son los deseos para cada uno de ustedes de mi parte.
¡Salud, que se vengan la Navidad y el Año Nuevo!

Fabio Parreaguirre
fparreaguirre@larepublica.net
@fabiopLR