Empresas tendrán reglas claras para dar ayuda social
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 04 junio, 2010
País fue la sede de la presentación mundial del esbozo de estándares que regirán internacionalmente
Empresas tendrán reglas claras para dar ayuda social
Costa Rica hizo aportes importantes a la regla, que se aprobará definitivamente en noviembre
La ayuda de las empresas a las comunidades, conocida como Responsabilidad Social (RS), dejará de ser un tema etéreo y pasará a tener pautas claras de actuación.
Ello gracias a la creación de estándares internacionales que regirán esta materia y cuyo esbozo fue presentado mundialmente ayer en Costa Rica.
Consiste en la norma ISO 26.000, cuyo texto final será aprobado en noviembre y el cual empresas e instituciones de todo el mundo deberán acogerlo si quieren ser reconocidas como socialmente responsables por la Organización Internacional para la Normalización (ISO, por sus siglas en inglés).
Esta certificación trascenderá países y organizaciones, convirtiéndose en la guía de referencia de la RS. Se trata, eso sí, de una norma voluntaria en su aplicación y dará pautas de actuación en áreas como medio ambiente, derechos humanos, laborales, o de los consumidores.
La estandarización de la RS va más allá de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), una visión que se queda “limitada”, en opinión de José María González, presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, ya que la ISO 26.000 también regirá para instituciones de gobierno, organizaciones no gubernamentales, hospitales y universidades públicas, entre otros.
El texto presenta una visión “integral”, explicó Cristián Leñero, presidente del consejo directivo del Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica (Inteco), principal ente certificador en nuestro país.
“Muchas empresas dicen ser socialmente responsables y no siempre es cierto. Ahora habrá un conocimiento claro”, dijo Leñero, quien aseguró que las empresas costarricenses son muy conscientes en temas sociales “pero esta no es la realidad del mundo, ni de las compañías con que vamos a competir. Por eso estamos contentos con esta ISO”.
Costa Rica hizo varias aportaciones al documento final de 100 páginas. La principal de ellas es el reconocimiento al solidarismo, punto que se logró introducir, aunque sin citarlo directamente.
“Consideramos que dentro de la norma debían reconocerse distintos tipos de organizaciones laborales, y no solo los sindicatos”, dijo Luisa Díaz, representante de Costa Rica en las reuniones sobre ISO 26.000, y miembro del Comité Mundial de seguimiento de la aplicación de esta norma en los países en vías de desarrollo.
El país queda debiendo en el capítulo de respeto a la ley (uno de los parámetros para medir la RS), explicó Díaz, ya que existen altos niveles de informalidad, que vienen dados en parte por el exceso de trámites existente.
En Costa Rica algunas empresas ya han mostrado su interés en la aplicación de la futura norma, como por ejemplo el Instituto Costarricense de Electricidad, BAC San José, Firestone y la farmacéutica Baxter.
También pequeñas empresas han preguntado por la manera de cumplir con esta guía, como Florex, una pyme de San Ramón que fabrica y comercializa productos de limpieza biodegradables.
“Trabajamos bajo una estrategia de sostenibilidad”, dijo Silvia Chaves, vicepresidenta de la firma ramonense, que ya cuenta con las ISO 9001 y 14001, de gestión de calidad y ambiental, respectivamente.
En la actualidad, existen más de 18 mil normas estandarizas, de acuerdo con lo que agregó Leñero.
Daniel Zueras
dzueras@larepublica.net
Empresas tendrán reglas claras para dar ayuda social
Costa Rica hizo aportes importantes a la regla, que se aprobará definitivamente en noviembre
La ayuda de las empresas a las comunidades, conocida como Responsabilidad Social (RS), dejará de ser un tema etéreo y pasará a tener pautas claras de actuación.
Ello gracias a la creación de estándares internacionales que regirán esta materia y cuyo esbozo fue presentado mundialmente ayer en Costa Rica.
Consiste en la norma ISO 26.000, cuyo texto final será aprobado en noviembre y el cual empresas e instituciones de todo el mundo deberán acogerlo si quieren ser reconocidas como socialmente responsables por la Organización Internacional para la Normalización (ISO, por sus siglas en inglés).
Esta certificación trascenderá países y organizaciones, convirtiéndose en la guía de referencia de la RS. Se trata, eso sí, de una norma voluntaria en su aplicación y dará pautas de actuación en áreas como medio ambiente, derechos humanos, laborales, o de los consumidores.
La estandarización de la RS va más allá de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), una visión que se queda “limitada”, en opinión de José María González, presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, ya que la ISO 26.000 también regirá para instituciones de gobierno, organizaciones no gubernamentales, hospitales y universidades públicas, entre otros.
El texto presenta una visión “integral”, explicó Cristián Leñero, presidente del consejo directivo del Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica (Inteco), principal ente certificador en nuestro país.
“Muchas empresas dicen ser socialmente responsables y no siempre es cierto. Ahora habrá un conocimiento claro”, dijo Leñero, quien aseguró que las empresas costarricenses son muy conscientes en temas sociales “pero esta no es la realidad del mundo, ni de las compañías con que vamos a competir. Por eso estamos contentos con esta ISO”.
Costa Rica hizo varias aportaciones al documento final de 100 páginas. La principal de ellas es el reconocimiento al solidarismo, punto que se logró introducir, aunque sin citarlo directamente.
“Consideramos que dentro de la norma debían reconocerse distintos tipos de organizaciones laborales, y no solo los sindicatos”, dijo Luisa Díaz, representante de Costa Rica en las reuniones sobre ISO 26.000, y miembro del Comité Mundial de seguimiento de la aplicación de esta norma en los países en vías de desarrollo.
El país queda debiendo en el capítulo de respeto a la ley (uno de los parámetros para medir la RS), explicó Díaz, ya que existen altos niveles de informalidad, que vienen dados en parte por el exceso de trámites existente.
En Costa Rica algunas empresas ya han mostrado su interés en la aplicación de la futura norma, como por ejemplo el Instituto Costarricense de Electricidad, BAC San José, Firestone y la farmacéutica Baxter.
También pequeñas empresas han preguntado por la manera de cumplir con esta guía, como Florex, una pyme de San Ramón que fabrica y comercializa productos de limpieza biodegradables.
“Trabajamos bajo una estrategia de sostenibilidad”, dijo Silvia Chaves, vicepresidenta de la firma ramonense, que ya cuenta con las ISO 9001 y 14001, de gestión de calidad y ambiental, respectivamente.
En la actualidad, existen más de 18 mil normas estandarizas, de acuerdo con lo que agregó Leñero.
Daniel Zueras
dzueras@larepublica.net