El desatino de eliminar los trenes
La medida de eliminar los trenes en el país obliga ahora a un esfuerzo para recuperar lo que ya se tenía y que solo hubiera necesitado actualización y buena administración, si otros hubieran
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 28 noviembre, 2009
Un cambio de mentalidad y mayores recursos económicos para ferrocarriles, cuando se presupueste en materia de infraestructura, es lo que permitiría a Costa Rica recuperar los ferrocarriles, según declaraciones de Miguel Carabaguíaz, presidente ejecutivo del INCOFER y secretario general de la Asociación Latinoamericana de Ferrocarriles, publicadas el viernes anterior por este medio. Estos se perdieron cuando decisiones políticas adoptadas en 1995 dejaron al país sin trenes. Aquella visión, que desmanteló el sistema ferroviario y permitió que todo el movimiento de carga se efectuara desde entonces por medio de tráileres, dejó a esta nación no solo sin este servicio sino con carreteras y puentes que de por sí ya eran antiguos, mucho más deteriorados por el constante paso de transportes de carga pesada por ellos. La medida, tan equivocada como incomprensible, obliga ahora a recuperar infraestructura y adquirir trenes en un esfuerzo para volver a tener algo con lo que ya se contaba y que solo hubiera necesitado actualización y buena administración, si otros hubieran sido la mentalidad y el interés. Países como el nuestro pueden contar con un servicio de trenes eficiente y moderno sin tener que hacer inversiones fuera de nuestra realidad. A pesar de las limitaciones de recursos se pueden lograr avances, asegura Carabaguíaz. En efecto, el sistema ferroviario es un servicio de transporte público que puede mover a gran cantidad de personas si se mejora su calidad y se le provee seguridad. Muchos querrían dejar el estrés y cansancio que genera manejar si pudieran ir cómodamente sentados en un tren confortable y seguro. Pero no solo con el transporte de personas se beneficiaría el país y su gente. El que las mercaderías pudieran moverse en trenes de carga del Valle Central hacia los puertos y viceversa es la otra importante alternativa. La posibilidad es real. Solo se necesita la voluntad política para recuperar un sistema que muchos beneficios podría traer a Costa Rica. Tienen la palabra los aspirantes, de ambos sexos, al ejercicio del poder.