El bisonte no se dejó abatir
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 12 septiembre, 2011
El bisonte no se dejó abatir
El bisonte americano, erróneamente conocido como búfalo, estuvo a punto de extinguirse de las praderas americanas por la presión de los cazadores británicos, pero en la Vuelta a España 2011, Juanjo Cobo, del Geox-TMC, logró sacudirse la presión a la que intentó someterle Christopher Froome para auparse a lo más alto del podio.
Cobo se reencuentra así, a lo grande y después de dos años de vacío, con un triunfo de prestigio en la tercera prueba por etapas del mundo. Una victoria que le aúpa al olimpo de los elegidos del ciclismo, en el que espera seguir durante un tiempo y en el que no se pone límites porque ahora “las grandes vueltas las están ganando con 34 y 35 años”.
A sus treinta años es un ciclista peculiar. Es de los pocos del pelotón a los que se les reconoce a la primera, corre sin gafas y solo las luce para los actos protocolarios. Montado sobre la bicicleta parece llevar un cuadro varias tallas menor a lo que le correspondería, pero cuando está bien la rompe.
Trece segundos de ventaja sobre Froome que deberían suponer un antes y un después en su trayectoria deportiva. Un salto cualitativo en las aspiraciones de ‘el bisonte de la Pesa’. Su rival, el británico de origen keniano, trató de abatir la presa durante las cuatro últimas etapas. Lo intentó de diferentes maneras, luchando por las bonificaciones, atacando de lejos, pero no fue capaz de alcanzar su objetivo. El cántabro se pegó a él y logró neutralizar todos sus movimientos.
La última vez que levantó los brazos como vencedor fue en la decimonovena etapa de la Vuelta 2009. Una oferta deportiva irrenunciable, “me fui perdiendo dinero”, le llevó a comprometerse para 2010 con el entonces denominado Caisse D'Epargne, actual Movistar, y se le apagó la luz.
Los sinsabores y la presión “a la que yo mismo me sometía” le hundieron el último año y medio y llegó a plantearse dar un volantazo a su vida. Abandonar la práctica del ciclismo porque no disfrutaba con su deporte y no le salía nada. Estuvo muy cerca de apuntarse en las listas del paro.
En el pasado mes de mayo, mantuvo varias conversaciones con su director Joxean Fernández Matxin, el hombre que había dirigido toda su carrera hasta que se fue en busca de un proyecto deportivo más, que trató de liberarle de cualquier carga de responsabilidad. Tanto se liberó que ‘el bisonte de la Pesa’ reaccionó.
Madrid
EFE
El bisonte americano, erróneamente conocido como búfalo, estuvo a punto de extinguirse de las praderas americanas por la presión de los cazadores británicos, pero en la Vuelta a España 2011, Juanjo Cobo, del Geox-TMC, logró sacudirse la presión a la que intentó someterle Christopher Froome para auparse a lo más alto del podio.
Cobo se reencuentra así, a lo grande y después de dos años de vacío, con un triunfo de prestigio en la tercera prueba por etapas del mundo. Una victoria que le aúpa al olimpo de los elegidos del ciclismo, en el que espera seguir durante un tiempo y en el que no se pone límites porque ahora “las grandes vueltas las están ganando con 34 y 35 años”.
A sus treinta años es un ciclista peculiar. Es de los pocos del pelotón a los que se les reconoce a la primera, corre sin gafas y solo las luce para los actos protocolarios. Montado sobre la bicicleta parece llevar un cuadro varias tallas menor a lo que le correspondería, pero cuando está bien la rompe.
Trece segundos de ventaja sobre Froome que deberían suponer un antes y un después en su trayectoria deportiva. Un salto cualitativo en las aspiraciones de ‘el bisonte de la Pesa’. Su rival, el británico de origen keniano, trató de abatir la presa durante las cuatro últimas etapas. Lo intentó de diferentes maneras, luchando por las bonificaciones, atacando de lejos, pero no fue capaz de alcanzar su objetivo. El cántabro se pegó a él y logró neutralizar todos sus movimientos.
La última vez que levantó los brazos como vencedor fue en la decimonovena etapa de la Vuelta 2009. Una oferta deportiva irrenunciable, “me fui perdiendo dinero”, le llevó a comprometerse para 2010 con el entonces denominado Caisse D'Epargne, actual Movistar, y se le apagó la luz.
Los sinsabores y la presión “a la que yo mismo me sometía” le hundieron el último año y medio y llegó a plantearse dar un volantazo a su vida. Abandonar la práctica del ciclismo porque no disfrutaba con su deporte y no le salía nada. Estuvo muy cerca de apuntarse en las listas del paro.
En el pasado mes de mayo, mantuvo varias conversaciones con su director Joxean Fernández Matxin, el hombre que había dirigido toda su carrera hasta que se fue en busca de un proyecto deportivo más, que trató de liberarle de cualquier carga de responsabilidad. Tanto se liberó que ‘el bisonte de la Pesa’ reaccionó.
Madrid
EFE