Día de los Trabajadores
| Viernes 01 mayo, 2009
Día de los Trabajadores
La historia de los derechos humanos está muy ligada a las diversas luchas sociales, políticas, económicas y culturales, que le permitieran a la humanidad, buscar condiciones de vida para desarrollarse de forma integral.
Esto supone, que desde la edad prehistórica, el ser humano luchó fuertemente para sobrevivir y, ante las diferentes necesidades y desafíos, fueron surgiendo respuestas y descubrimientos.
Este deseo de gozar de un mayor bienestar se materializó cuando comenzó a asumirse de manera colectiva, es decir, en la medida en que se unían esfuerzos y se actuaba de manera conjunta y organizada.
Esto explica que a pesar de que el debate sobre los derechos humanos es una señal de madurez de la sociedad contemporánea, no significa que esos derechos sean reconocidos, respetados, enseñados y promovidos en todas las sociedades.
No obstante, algunas corrientes ideológicas, basadas en las sagradas escrituras dicen, que Dios mismo ha conferido a la persona humana todos sus derechos y libertades y que nadie, ninguna persona, institución, grupo, gobierno, o partido, puede desconocer, o violar esos derechos.
Para este grupo de pensadores, nadie puede otorgar o conceder lo que es constitutivo de la naturaleza humana, que viene dado por la vida misma. Los derechos humanos son indivisibles y no deben garantizarse unos en detrimento de otros.
Actualmente, la historia de la humanidad intenta explicarnos que los modelos socio-económicos existentes han tratado de llevar progreso humano, por diferentes caminos:
Una escuela quiso garantizar las libertades individuales, como el derecho a la propiedad privada, a la libertad de conciencia, religión, de reunión, asociación, emigración y residencia, y finalmente, la libertad de elegir y ser elegido, etc.
La otra escuela quiso garantizar los derechos económicos, sociales y culturales, esto es: el derecho a una escuela y a la salud pública en cierto sentido gratuitas, el derecho a una ubicación laboral y el derecho a la seguridad social, financiada por el Estado, etc.
Esta disyuntiva, está ya superada por la misma historia, porque nada es estático, la historia humana sigue su curso y todos los modelos sociales se han visto compelidos a evolucionar o a desaparecer.
Está claro que a pesar de todos estos logros sociales, la vigencia plena de los derechos humanos, no es todavía una realidad en nuestro país, ni en América Latina, por el contrario, existen serias amenazas a la permanencia de derechos ya conquistados con mucho esfuerzo y al costo de muchas vidas.
Finalmente, nuestro reto, hoy, es evitar retrocesos en los derechos alcanzados y lograr el reconocimiento y disfrute de esos derechos para toda la población, específicamente, en lo que respecta a los derechos económicos, sociales y culturales.
Luis Fernando Allen Forbes
Asociación Salvemos El Río Pacuare
Director ejecutivo
La historia de los derechos humanos está muy ligada a las diversas luchas sociales, políticas, económicas y culturales, que le permitieran a la humanidad, buscar condiciones de vida para desarrollarse de forma integral.
Esto supone, que desde la edad prehistórica, el ser humano luchó fuertemente para sobrevivir y, ante las diferentes necesidades y desafíos, fueron surgiendo respuestas y descubrimientos.
Este deseo de gozar de un mayor bienestar se materializó cuando comenzó a asumirse de manera colectiva, es decir, en la medida en que se unían esfuerzos y se actuaba de manera conjunta y organizada.
Esto explica que a pesar de que el debate sobre los derechos humanos es una señal de madurez de la sociedad contemporánea, no significa que esos derechos sean reconocidos, respetados, enseñados y promovidos en todas las sociedades.
No obstante, algunas corrientes ideológicas, basadas en las sagradas escrituras dicen, que Dios mismo ha conferido a la persona humana todos sus derechos y libertades y que nadie, ninguna persona, institución, grupo, gobierno, o partido, puede desconocer, o violar esos derechos.
Para este grupo de pensadores, nadie puede otorgar o conceder lo que es constitutivo de la naturaleza humana, que viene dado por la vida misma. Los derechos humanos son indivisibles y no deben garantizarse unos en detrimento de otros.
Actualmente, la historia de la humanidad intenta explicarnos que los modelos socio-económicos existentes han tratado de llevar progreso humano, por diferentes caminos:
Una escuela quiso garantizar las libertades individuales, como el derecho a la propiedad privada, a la libertad de conciencia, religión, de reunión, asociación, emigración y residencia, y finalmente, la libertad de elegir y ser elegido, etc.
La otra escuela quiso garantizar los derechos económicos, sociales y culturales, esto es: el derecho a una escuela y a la salud pública en cierto sentido gratuitas, el derecho a una ubicación laboral y el derecho a la seguridad social, financiada por el Estado, etc.
Esta disyuntiva, está ya superada por la misma historia, porque nada es estático, la historia humana sigue su curso y todos los modelos sociales se han visto compelidos a evolucionar o a desaparecer.
Está claro que a pesar de todos estos logros sociales, la vigencia plena de los derechos humanos, no es todavía una realidad en nuestro país, ni en América Latina, por el contrario, existen serias amenazas a la permanencia de derechos ya conquistados con mucho esfuerzo y al costo de muchas vidas.
Finalmente, nuestro reto, hoy, es evitar retrocesos en los derechos alcanzados y lograr el reconocimiento y disfrute de esos derechos para toda la población, específicamente, en lo que respecta a los derechos económicos, sociales y culturales.
Luis Fernando Allen Forbes
Asociación Salvemos El Río Pacuare
Director ejecutivo