Delincuencia, problema de los tres poderes
| Martes 29 abril, 2008
Delincuencia, problema de los tres poderes
El grado de delincuencia que afecta al país, no es responsabilidad solo de este gobierno o del presidente de la República, tampoco afecta el hecho de nombrar a una mujer en el Ministerio de Seguridad. Ojalá hubiese muchas Margaret Thatcher.
El problema tiene sus raíces desde muy atrás, cuando los partidos políticos solo pensaron en obtener votos y no en resolver los problemas del país. Se debe responsabilizar a los tres poderes de la República. Leyes que prohíben que menores de 15 años trabajen, colegios que se abrieron por politiquería sin personal capacitado ni recursos materiales, sin estudios técnicos, etcétera, lo que genera deserción y por lo tanto jóvenes que quieren obtener dinero fácil, y como ven en los medios televisivos que si roban hasta ¢200 mil, no pasa nada, se arriesgan cada vez más. Como decían nuestros abuelos: la vagancia es la madre de todos los vicios.
Además los gobiernos se olvidaron de los pequeños agricultores y se crearon instituciones que absorben los recursos, y que si las cerraran no afectaría en nada al agro. Y ni que decir de la corrupción, ya que si algún funcionario la denuncia, en vez de premiarlo, es destituido o lo cambian de puesto, malos empleados que a pesar de las irregularidades que cometan, si son despedidos siempre hay que pagarles todos sus derechos.
En un país tan pequeño las autoridades deben estar capacitadas para atender cualquier situación y no como ocurre en la actualidad, que depende de lo que sea unos u otros no pueden actuar porque no les corresponde.
Es hora de hacer algo: hogares, escuelas, colegios, universidades e instituciones del Estado, empresas privadas, iglesias, medios de comunicación, etcétera, pero tiene que ser ya, o el país se pierde más de lo que está.
Efraín Solís Ureña
Céd. 1 195 202
Cel. 8384-4806
El grado de delincuencia que afecta al país, no es responsabilidad solo de este gobierno o del presidente de la República, tampoco afecta el hecho de nombrar a una mujer en el Ministerio de Seguridad. Ojalá hubiese muchas Margaret Thatcher.
El problema tiene sus raíces desde muy atrás, cuando los partidos políticos solo pensaron en obtener votos y no en resolver los problemas del país. Se debe responsabilizar a los tres poderes de la República. Leyes que prohíben que menores de 15 años trabajen, colegios que se abrieron por politiquería sin personal capacitado ni recursos materiales, sin estudios técnicos, etcétera, lo que genera deserción y por lo tanto jóvenes que quieren obtener dinero fácil, y como ven en los medios televisivos que si roban hasta ¢200 mil, no pasa nada, se arriesgan cada vez más. Como decían nuestros abuelos: la vagancia es la madre de todos los vicios.
Además los gobiernos se olvidaron de los pequeños agricultores y se crearon instituciones que absorben los recursos, y que si las cerraran no afectaría en nada al agro. Y ni que decir de la corrupción, ya que si algún funcionario la denuncia, en vez de premiarlo, es destituido o lo cambian de puesto, malos empleados que a pesar de las irregularidades que cometan, si son despedidos siempre hay que pagarles todos sus derechos.
En un país tan pequeño las autoridades deben estar capacitadas para atender cualquier situación y no como ocurre en la actualidad, que depende de lo que sea unos u otros no pueden actuar porque no les corresponde.
Es hora de hacer algo: hogares, escuelas, colegios, universidades e instituciones del Estado, empresas privadas, iglesias, medios de comunicación, etcétera, pero tiene que ser ya, o el país se pierde más de lo que está.
Efraín Solís Ureña
Céd. 1 195 202
Cel. 8384-4806