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Crisis fiscal y sinceridad gubernamental

Emilio Bruce ebjreproduccion@gmail.com | Viernes 09 octubre, 2015


Decir que el presupuesto nacional no crece es traicionar la credibilidad del mandatario y conducirlo a perder su liderazgo
 

Sinceramente
Crisis fiscal y sinceridad gubernamental

La seriedad en las decisiones y en las declaraciones de gobierno es básica. La pérdida de credibilidad afecta el liderazgo y la falta de liderazgo impide gobernar. La seriedad es fundamental para fortalecer la credibilidad y asentar el buen gobierno.
Un pueblo que siente que se le ocultan las cosas es un pueblo que deja de confiar. Un pueblo que percibe que se le están disimulando los asuntos graves de Estado deja de creer en la legitimidad de las opiniones del presidente del país.
Si los costarricenses comprueban que las cosas son diferentes de como se las están presentando, que están tratando de hacerles creer que los asuntos y consecuencias son diferentes de como se presentan, simplemente no van a volver a creer, no van a volver a confiar, no van a volver a seguir a quien ha perdido el liderazgo.
El gobierno ha señalado que el presupuesto nacional no está creciendo más que ligeramente. El gobierno está pagando una gran campaña publicitaria de 85 millones para persuadir a los costarricenses de que está ahorrando. Está gastando millones en convencer que está conteniendo el gasto. ¿Por qué no contenerlo simplemente? ¿Por qué gastar para persuadir a los costarricenses de que no está creciendo? ¿No sería más sencillo que simplemente no creciera?
Los costarricenses desean austeridad. Esa fue una promesa de campaña del PAC de don Luis Guillermo Solís. ¿Por qué traicionar esa confianza? Los costarricenses son más perceptivos de lo que el gobierno imagina. Los costarricenses con campaña y todo no se van a tragar la imagen proyectada, cuando dicha imagen no corresponde a la realidad.
Decir que el presupuesto nacional no crece es traicionar la credibilidad del mandatario y conducirlo a la pérdida más onerosa en que un mandatario puede incurrir: perder su liderazgo.
Las autoridades de Hacienda deben ser más claras, más directas y hacer lo que tienen que hacer. Deben controlar los disparadores del gasto. Deben corregir los errores arrastrados de años, asumir la valiente posición de poner fin a abusos y a privilegios.
El gobierno debe dejar de ocultar o disimular la realidad. Debe dejar de maquillar las consecuencias de seguir gastando. Debe evitar el desperdicio. El gobierno no debe permitir que se siga en la escalada de privilegios aumentando los impuestos a todos los costarricenses.
Es fundamental que Costa Rica recupere la senda de la seriedad y transite por el buen camino de la rigurosidad en los planteamientos y en las soluciones. Costa Rica no puede y no debe seguir dejando las soluciones fiscales para el futuro, y la base de todas estas soluciones fiscales reside en evitar el gasto superfluo, eliminar los privilegios, suprimir los gastos inútiles.
Todos exigimos seriedad, que al señor Presidente no se le siga restando credibilidad y liderazgo con medidas contradictorias a sus promesas de campaña y que las soluciones sean completas, definitivas y sólidas, nunca una truculencia para preservar lo malo oculto para que otro le ponga el cascabel al gato.

Emilio R. Bruce
Profesor
ebruce@larepublica.net

 

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