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"Couponing", nuevo deporte nacional en EE.UU.

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 07 mayo, 2011




“Couponing”, nuevo deporte nacional en EE.UU.
Vivir de los cupones de descuento es un auténtico fenómeno cuyos “trucos” se develan en páginas especializadas en Internet

La decisión de un estadounidense de sobrevivir un año solo con cupones de descuento es la punta del iceberg de un nuevo fenómeno que se extiende con fuerza en Estados Unidos, el “couponing”, que ya saltó de la calle a la blogosfera y la TV.
Un paseo en avioneta, una sesión de masajes en un “spa”, o clases de yoga a mitad de precio serían en principio actividades totalmente prescindibles. Pero todo cambia cuando pueden conseguirse con un descuento del 50%.
Así funciona la lógica de los cupones, un auténtico fenómeno en Estados Unidos que, aunque empieza a exportarse a otros lugares, se vive con más fervor y excentricidad en este país que en ningún otro sitio.
No en vano, esta nación es la que ha dado a luz al primer hombre en sobrevivir un año solo a base de cupones y al primer concurso televisivo consagrado a este noble oficio.
Josh Stevens, un contable desempleado de Chicago, inició hace ahora casi un año una aventura inverosímil: intentar mantenerse durante 365 días con el único apoyo de los cupones y la generosidad ajena.
De momento, lo está consiguiendo, y ya le queda muy poco para concluir su hazaña, a la que está contribuyendo Groupon, el portal con el que contrajo el compromiso de llevar a cabo tal proeza y el estandarte por excelencia de las páginas de descuentos de Estados Unidos.
¿Cómo funcionan estos sitios web? La mecánica es tan sencilla como introducir la dirección de correo electrónico en la página y esperar a recibir las promociones.
Cada día aparecen nuevos descuentos que caducan en cuestión de horas, por lo que hay que darse prisa e imprimir las ofertas que sean de interés. Mostrar este documento basta para acceder a las gangas en los locales elegidos, ya sean restaurantes, gimnasios o parques de atracciones.
Por otra parte, en la blogosfera estadounidense no dejan de aparecer bitácoras dirigidas a las madres, cabezas de familia, con infinidad de consejos y estrategias para ajustar el presupuesto del hogar, sobre todo en tiempos de crisis económica.
Se trata de páginas web escritas por mujeres y para mujeres en las que cada día se ofrecen desde sugerencias para llenar la despensa por la mitad de precio hasta avisos de gangas para comprar ropa para toda la familia sin que el bolsillo se resienta.
Dos de las más demandadas son StockpilingMoms.com y Ahorrosparamama.com. Esta última es la creación de una madre hispana llamada Denisse Icaza que no solo ayuda a sus lectoras a ahorrar dinero, sino que las asesora en todo tipo de herramientas para estar en contacto con sus familiares en Latinoamérica de manera gratuita.
El ansia por perfeccionar las habilidades en este arte del “couponing” es tal que algunas de las bitácoras, como weusecoupons.com, ofrecen clases virtuales para convertirse en un maestro de los descuentos.
La fiebre por los cupones ha dado lugar incluso a un programa de televisión, “Extreme Couponing”, que se emite en TLC Channel y que sirve de plataforma a los magos de los descuentos para explicar en público sus últimos descubrimientos y trucos.
El arte del cupón ha alcanzado el nivel de disciplina a este lado del charco, de tal manera que en algunas bitácoras se recomiendan tareas para hacer en casa, a modo de “deberes” del buen buceador de ofertas.
“Esta es tu tarea: el domingo tienes que comprar al menos cinco periódicos que contengan cupones. Organízate bien. Lee los documentos sobre estrategias de planificación”, reza una de estas páginas.
El gigante Groupon ofrece descuentos en todo tipo de establecimientos y servicios, pero existen otras páginas especializadas, entre las que las más abundantes son las de ofertas de restaurantes, como Snoopf.com. Lo que todas ellas tienen en común, sin excepción, es la filosofía: “el dinero no cae del cielo”, o como dicen los anglófonos, “Money doesn’t grow on trees”, traducido literalmente, “el dinero no crece en los árboles”.

Washington / EFE






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