Costa Rica quiere un cambio
| Martes 28 octubre, 2014
La inversión en salud, educación, seguridad, no podrá hacerse porque los recursos se repartirán en los bolsillos de todos o unos pocos
Costa Rica quiere un cambio
(Parte 2)
Perseguid y condenad al político corrupto que ha robado millones, clamor popular, tirad la llave, esto siempre en un tono de hazlo tú, porque yo pienso pero no denuncio, no hago, no cambio, cuando la pura verdad es que igualmente corrupto es aquel que por su privilegio recibe cada mes los miles de colones (o millones) en su salario, pensión o cesantía que implícitamente está robando el futuro de sus descendientes, porque ese dinero no podrá usarse para recuperar la patria que ostentan defender en sus luchas.
La inversión en salud, en educación, en seguridad no podrá hacerse porque los recursos se repartirán en los bolsillos de todos o unos pocos, al final es lo mismo.
Pero sobre esto nadie debe atentar, jamás. No pueden cortarse las venas ellos mismos, defender esto es defender a Costa Rica, así sea que la defensa implique parar la llegada de barcos y la salida de productos perecederos, así sea impedir la llegada a citas médicas de personas que esperaron años para ese día en hospitales que no tienen recursos porque sus salarios se los llevan, así sea interrumpir el comercio nacional paralizando el tránsito libre que prevé nuestra Constitución Nacional, y más.
Muchas veces estas luchas han tocado a sus instituciones para fortalecerlas, pero igualmente han tocado para robar sus arcas con todo lo que permita la ley, lo que sus dirigentes puedan tramar para beneficio propio.
¡Cuántos quisieran que las cuentas de familiares y propias de estos dirigentes fueran abiertas!
¡Cuántos millones personales han dejado esta luchas!
Y los agremiados, como monedas de cambio y cheques a la vista electoral puedan manipularse, porque mientras estén bien, todo está bien, porque maldito el candidato que promulgue en campaña tocarles, jamás será electo, y maldito el presidente que cuando entienda la situación ose cambiar sus privilegios, en caso de que lo intente hay leyes que les “cobijan” o si no la “calle” una y otra vez.
Los sindicatos deben aceptar que para un cambio sano, su entorno debe cambiar, las condiciones se movieron, los privilegios deben acabar y sin una reestructuración nada garantiza a los millones de agremiados que sus años de lucha se mantengan, porque simplemente el déficit nos alcanzó a todos, a todos los que mantenemos ese esquema, y en el corto plazo colapsará.
Es importante reestructurar sus condiciones a estados dignos, que permitan crecimiento personal y de sus familias, con privilegios pero menos abusivos, más conscientes de su condición de servir, menos ambiciosos y comprometidos con modificar las prácticas sindicales de la eterna tertulia y café en oficinas públicas.
No conozco a nadie que no aspire a un empleo mejor, a condiciones laborales que permitan cubrir las necesidades básicas de su familia pero sí, a muchos que solo esperan su horario para salir de un empleo que decenas buscan todos los días.
Quizá esa sea la única y verdadera lucha que valga para el verdadero cambio que todos queremos en Costa Rica.
Lo que se pueda corregir en lo actual ayudará, pero para los puestos nuevos, simplemente debe equipararse al sector privado y eliminarse sus excesos, velar por jornadas justas de servicio.
El problema muchas veces es que sus luchas intentan mantener la Costa Rica que nunca debió ser y olvidan por completo la Costa Rica que moralmente todos estamos obligados a dejar a nuestros descendientes. Nuestras entrañas encierran el problema pero también la solución, se debe buscar en la conciencia.
Allan Rivera Benavides
Ingeniero