Corea no se prestó al show
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Miércoles 16 junio, 2010
Corea no se prestó al show
Brasil gana por la mínima en un juego agradable
Brasil dejó contentos, pero insatisfechos a sus aficionados que ayer se prestaron a presenciar una paliza que nunca llegó. Los verdeamarelos obtuvieron sus primeros tres puntos aunque quedaron debiendo en contundencia e individualidades (principalmente Kaká).
Por otra parte, la victoria mínima 2 -1 sobre Corea del Norte no se puede entender solo por lo que dejó de hacer Brasil, sino por lo que hicieron los asiáticos que utilizaron un buen planteamiento que les hizo muy difícil el camino a gol para los brasileños; de hecho fue un despiste del arquero coreano lo que ayudó para el golazo de Maicon, el primero del equipo de Dunga.
El planteamiento de Kim Jong Hun cerró todos los espacios, eclipsando a las figuras brasileñas como Kaká, Robinho, Elano y Luis Fabiano; la acción individual de los ágiles brasileños no resquebrajó el esfuerzo colectivo y solidario de los asiáticos.
No obstante, Brasil es Brasil y la casi nula ofensiva coreana hacia prever que era cuestión de tiempo la apertura del marcador. Se jugaban tan solo diez minutos de la complementaria (55’) cuando llegó el gol de la tranquilidad, tras un pase de Elano, desborde de Maicon, que ve al portero Ri Myong Guk desprenderse de su marco, previendo el inminente centro, pero abriendo el portillo para que el brasileño, con exactitud quirúrgica le clave el balón en su marco.
Luego fue Elano, con un pase magistral de Robinho, quien roba la espalda de su marcador y pone el 2-0 en el tablero, dejando 12 minutos de fondo, para redondear el tablero. Sin embargo, Brasil se relajó, Kaká se fue a descansar, Elano también y al cierre del juego Ji Yun Nan se coló en el área suramericana, donde minutos antes había estado, pero le impidieron el remate final, pero esta vez sí concretó con solvencia para vencer a Julio César.
No hubo tiempo para más, si acaso un par de minutos de angustia brasileña cuando tomaba la pelota su rival, contrastado con la indecisión de si ir a buscar el tercero, arriesgando lo que ya tenían en el bolsillo. El final llegó y el marcador puso más interesante este grupo en el que por lo visto, no hay rival fácil.
Luis Rojas y EFE
lrojas@larepublica.net
Brasil gana por la mínima en un juego agradable
Brasil dejó contentos, pero insatisfechos a sus aficionados que ayer se prestaron a presenciar una paliza que nunca llegó. Los verdeamarelos obtuvieron sus primeros tres puntos aunque quedaron debiendo en contundencia e individualidades (principalmente Kaká).
Por otra parte, la victoria mínima 2 -1 sobre Corea del Norte no se puede entender solo por lo que dejó de hacer Brasil, sino por lo que hicieron los asiáticos que utilizaron un buen planteamiento que les hizo muy difícil el camino a gol para los brasileños; de hecho fue un despiste del arquero coreano lo que ayudó para el golazo de Maicon, el primero del equipo de Dunga.
El planteamiento de Kim Jong Hun cerró todos los espacios, eclipsando a las figuras brasileñas como Kaká, Robinho, Elano y Luis Fabiano; la acción individual de los ágiles brasileños no resquebrajó el esfuerzo colectivo y solidario de los asiáticos.
No obstante, Brasil es Brasil y la casi nula ofensiva coreana hacia prever que era cuestión de tiempo la apertura del marcador. Se jugaban tan solo diez minutos de la complementaria (55’) cuando llegó el gol de la tranquilidad, tras un pase de Elano, desborde de Maicon, que ve al portero Ri Myong Guk desprenderse de su marco, previendo el inminente centro, pero abriendo el portillo para que el brasileño, con exactitud quirúrgica le clave el balón en su marco.
Luego fue Elano, con un pase magistral de Robinho, quien roba la espalda de su marcador y pone el 2-0 en el tablero, dejando 12 minutos de fondo, para redondear el tablero. Sin embargo, Brasil se relajó, Kaká se fue a descansar, Elano también y al cierre del juego Ji Yun Nan se coló en el área suramericana, donde minutos antes había estado, pero le impidieron el remate final, pero esta vez sí concretó con solvencia para vencer a Julio César.
No hubo tiempo para más, si acaso un par de minutos de angustia brasileña cuando tomaba la pelota su rival, contrastado con la indecisión de si ir a buscar el tercero, arriesgando lo que ya tenían en el bolsillo. El final llegó y el marcador puso más interesante este grupo en el que por lo visto, no hay rival fácil.
Luis Rojas y EFE
lrojas@larepublica.net