Contundencia contra magia
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Viernes 09 abril, 2010
Contundencia contra magia
El Real Madrid recibe a un Barcelona encendido, en la recta final del campeonato
Luis Rojas y EFE
lrojas@larepublica.net
Como buscando en un viejo baúl las efectivas pócimas del mago Merlín, el Real Madrid pretende encontrar aquella que le permita detener al ilusionista argentino Lionel Messi, que viene prendiendo los campos con la magia de sus piernas y la belleza de sus goles.
Mañana a las 2 p.m. (hora de C.R.) millones de aficionados al fútbol en el mundo estarán atentos al desarrollo del clásico español, Real Madrid-Barcelona, en el Santiago Bernabéu, una visita que para los catalanes podría ser la previa antes de la final de la champions, de la que están muy cerca y que se jugará en ese reducto.
El partido es de infarto; a siete fechas de que finalice el campeonato, ambos llegan igualados a 77 puntos, pero los de casa con ventaja en el gol diferencia.
Los entendidos hablan de dos estilos de entender el fútbol, el Real Madrid de juego directo y letal pegada, ante la fantasía del Barcelona, la sinfonía armónica del campeón de Europa, con nada menos que Messi como director de orquesta; pero ojo, que del otro lado, en el equipo de Manuel Pellegrini, Cristiano Ronaldo sueña con quitarle la varita mágica al argentino, y convertirse en el “showman” de la noche; recordemos que él junto a Gonzalo Higuain conducen a su equipo hacia el objetivo de batir el récord de 107 goles en una temporada.
Los de Guardiola apuntan más al fútbol total en el que Xavi Hernández y Andrés Iniesta marcan un estilo de juego, al que ha sabido acoplar el individualismo de Leo Messi; con las espaldas bien cubiertas por Sergio Busquets, y la pegada de Zlatan Ibrahimovic.
Los previos del juego señalan que será baja segura Eric Abidal en la defensa azulgrana, mientras en la acera de enfrente se mantenía la duda sobre la convocatoria de Kaká y sobre el estado de Xabi Alonso, que ayer no se entrenó con el grupo tras sufrir un golpe en la sesión del miércoles.
Pocas veces un clásico llegó tan igualado, con los dos equipos en cabeza empatados. Una buena parte del título de Liga se decide tras este juego.
El Real Madrid recibe a un Barcelona encendido, en la recta final del campeonato
Luis Rojas y EFE
lrojas@larepublica.net
Como buscando en un viejo baúl las efectivas pócimas del mago Merlín, el Real Madrid pretende encontrar aquella que le permita detener al ilusionista argentino Lionel Messi, que viene prendiendo los campos con la magia de sus piernas y la belleza de sus goles.Mañana a las 2 p.m. (hora de C.R.) millones de aficionados al fútbol en el mundo estarán atentos al desarrollo del clásico español, Real Madrid-Barcelona, en el Santiago Bernabéu, una visita que para los catalanes podría ser la previa antes de la final de la champions, de la que están muy cerca y que se jugará en ese reducto.
El partido es de infarto; a siete fechas de que finalice el campeonato, ambos llegan igualados a 77 puntos, pero los de casa con ventaja en el gol diferencia.
Los entendidos hablan de dos estilos de entender el fútbol, el Real Madrid de juego directo y letal pegada, ante la fantasía del Barcelona, la sinfonía armónica del campeón de Europa, con nada menos que Messi como director de orquesta; pero ojo, que del otro lado, en el equipo de Manuel Pellegrini, Cristiano Ronaldo sueña con quitarle la varita mágica al argentino, y convertirse en el “showman” de la noche; recordemos que él junto a Gonzalo Higuain conducen a su equipo hacia el objetivo de batir el récord de 107 goles en una temporada.
Los de Guardiola apuntan más al fútbol total en el que Xavi Hernández y Andrés Iniesta marcan un estilo de juego, al que ha sabido acoplar el individualismo de Leo Messi; con las espaldas bien cubiertas por Sergio Busquets, y la pegada de Zlatan Ibrahimovic.
Los previos del juego señalan que será baja segura Eric Abidal en la defensa azulgrana, mientras en la acera de enfrente se mantenía la duda sobre la convocatoria de Kaká y sobre el estado de Xabi Alonso, que ayer no se entrenó con el grupo tras sufrir un golpe en la sesión del miércoles.
Pocas veces un clásico llegó tan igualado, con los dos equipos en cabeza empatados. Una buena parte del título de Liga se decide tras este juego.