Control de precios en Venezuela abre controversia
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Jueves 24 noviembre, 2011
Control de precios en Venezuela abre controversia
La aprobación de la Nueva Ley de Costos y Precios, que ahonda la intervención del Estado venezolano en la economía con el control de los precios de los productos de venta al público, despierta incertidumbre sobre si generará o no escasez y controversia sobre si es más de lo mismo o no.
El Gobierno del presidente Hugo Chávez, que dice avanzar en el socialismo del siglo XXI y luchar contra la especulación como factor inflacionario, aprobó el martes una norma que busca determinar los costos de producción de cada bien y su oscilación en la cadena de intermediación en su ruta hacia el precio final.
Analistas consultados por Efe discrepan entre si la norma no es más que otra de las iniciativas que en el pasado llevaron al desabastecimiento, o tiene en cuenta factores que en el pasado no se contemplaron para tratar de que el precio final sea real evitando así la escasez.
Víctor Álvarez, economista investigador del Centro Internacional Miranda y ministro de Chávez en la cartera de Industrias y Minería entre 2006 y 2007, dijo a Efe que la escasez que pueda registrarse será de empresas que aspiran a mantener utilidades de usura y que con la nueva ley su actividad ya "no les resultará rentable".
Las empresas que operan con altos costos de producción, debido a fallos en su eficiencia, también provocarán algún margen de desabastecimiento de lo que producen, auguró.
"No tiene fundamento, no tiene sustento" vaticinar una escasez de dimensiones, porque detrás de la Ley de Costos y Precios Justos "hay una lección aprendida precisamente de esas historias", sostuvo.
Recordó que durante el Gobierno de Jaime Lusinchi (1984-89) se aprobó la llamada Comisión Nacional de Costos y Salarios, que "solo controlaba el precio de venta" final sin valorar el encarecimiento de materias primas, suministros, maquinarias o equipos.
"En esas condiciones nadie se sentía incentivado a producir" y adicionalmente se dio paso "al surgimiento del acaparamiento", lo que, remarcó, no sucederá ahora que "se va a monitorear toda la cadena" y habrá "ajustes oportunos".
Para el director de la Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV), José Guerra, la norma "puede crear un serio problema de desabastecimiento", precisamente considerando "lo que indica la experiencia en Venezuela y en cualquier parte del mundo" cada vez que se aplicó un control estatal.
"El Estado es el único que trabaja con pérdidas, más nadie puede hacerlo", dijo Guerra a Efe al recordar que el Gobierno de Chávez importa directamente una serie de productos.
Son esas importaciones "las que están creando abastecimiento" en un país cuyo Gobierno expone "como un dogma que aquí no hay inflación sino especulación y nada se puede hacer ante un dogma", subrayó, al lamentar que se cumpla cabalmente la premisa de que "nadie aprende por experiencia ajena".
"La experiencia ha demostrado que no hay rebaja de la inflación cuando hay control de precios; lo que suele haber son problemas de escasez y Venezuela ya los enfrenta: está casi en un 20 %; es decir, de cada cien de los artículos que entran en el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) faltan veinte", alertó Guerra.
Atribuyó en buena medida esa escasez al control estatal de precios que rige sobre un centenar de productos básicos desde 2003 y de manera paralela a un férreo control estatal de divisas.
Para Guerra hay razones para que la estructura de precios considere un precio del dólar muy por encima de la cotización oficial de 4,3 bolívares por unidad.
"La solicitudes (de dólares al Estado) para importar no llegan a tiempo" y adicionalmente "los salarios han subido mucho" (un promedio de 25 % cada año) y las empresas "no pueden repatriar capitales", explicó el catedrático.
Al respecto, Álvarez dijo que "en el afán de multiplicar las ganancias", algunos empresarios calculan el precio de venta final "como si hubiesen comprado el dólar en el mercado no oficial" donde llega a venderse a más de 8 bolívares.
"Se subsidia el dólar para subsidiar las importaciones, pero entonces resulta que van por el exceso, el abuso", razón por la cual "esto había que controlarlo hace rato; más bien es una medida que se dicta retrasada", subrayó.
Caracas/EFE
La aprobación de la Nueva Ley de Costos y Precios, que ahonda la intervención del Estado venezolano en la economía con el control de los precios de los productos de venta al público, despierta incertidumbre sobre si generará o no escasez y controversia sobre si es más de lo mismo o no.
El Gobierno del presidente Hugo Chávez, que dice avanzar en el socialismo del siglo XXI y luchar contra la especulación como factor inflacionario, aprobó el martes una norma que busca determinar los costos de producción de cada bien y su oscilación en la cadena de intermediación en su ruta hacia el precio final.
Analistas consultados por Efe discrepan entre si la norma no es más que otra de las iniciativas que en el pasado llevaron al desabastecimiento, o tiene en cuenta factores que en el pasado no se contemplaron para tratar de que el precio final sea real evitando así la escasez.
Víctor Álvarez, economista investigador del Centro Internacional Miranda y ministro de Chávez en la cartera de Industrias y Minería entre 2006 y 2007, dijo a Efe que la escasez que pueda registrarse será de empresas que aspiran a mantener utilidades de usura y que con la nueva ley su actividad ya "no les resultará rentable".
Las empresas que operan con altos costos de producción, debido a fallos en su eficiencia, también provocarán algún margen de desabastecimiento de lo que producen, auguró.
"No tiene fundamento, no tiene sustento" vaticinar una escasez de dimensiones, porque detrás de la Ley de Costos y Precios Justos "hay una lección aprendida precisamente de esas historias", sostuvo.
Recordó que durante el Gobierno de Jaime Lusinchi (1984-89) se aprobó la llamada Comisión Nacional de Costos y Salarios, que "solo controlaba el precio de venta" final sin valorar el encarecimiento de materias primas, suministros, maquinarias o equipos.
"En esas condiciones nadie se sentía incentivado a producir" y adicionalmente se dio paso "al surgimiento del acaparamiento", lo que, remarcó, no sucederá ahora que "se va a monitorear toda la cadena" y habrá "ajustes oportunos".
Para el director de la Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV), José Guerra, la norma "puede crear un serio problema de desabastecimiento", precisamente considerando "lo que indica la experiencia en Venezuela y en cualquier parte del mundo" cada vez que se aplicó un control estatal.
"El Estado es el único que trabaja con pérdidas, más nadie puede hacerlo", dijo Guerra a Efe al recordar que el Gobierno de Chávez importa directamente una serie de productos.
Son esas importaciones "las que están creando abastecimiento" en un país cuyo Gobierno expone "como un dogma que aquí no hay inflación sino especulación y nada se puede hacer ante un dogma", subrayó, al lamentar que se cumpla cabalmente la premisa de que "nadie aprende por experiencia ajena".
"La experiencia ha demostrado que no hay rebaja de la inflación cuando hay control de precios; lo que suele haber son problemas de escasez y Venezuela ya los enfrenta: está casi en un 20 %; es decir, de cada cien de los artículos que entran en el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) faltan veinte", alertó Guerra.
Atribuyó en buena medida esa escasez al control estatal de precios que rige sobre un centenar de productos básicos desde 2003 y de manera paralela a un férreo control estatal de divisas.
Para Guerra hay razones para que la estructura de precios considere un precio del dólar muy por encima de la cotización oficial de 4,3 bolívares por unidad.
"La solicitudes (de dólares al Estado) para importar no llegan a tiempo" y adicionalmente "los salarios han subido mucho" (un promedio de 25 % cada año) y las empresas "no pueden repatriar capitales", explicó el catedrático.
Al respecto, Álvarez dijo que "en el afán de multiplicar las ganancias", algunos empresarios calculan el precio de venta final "como si hubiesen comprado el dólar en el mercado no oficial" donde llega a venderse a más de 8 bolívares.
"Se subsidia el dólar para subsidiar las importaciones, pero entonces resulta que van por el exceso, el abuso", razón por la cual "esto había que controlarlo hace rato; más bien es una medida que se dicta retrasada", subrayó.
Caracas/EFE