Conocimiento y talento desperdiciados
| Martes 09 abril, 2013
Jóvenes costarricenses con preparación y talento, listos para incursionar con éxito en áreas como las tecnologías robóticas, por ejemplo, no pueden hacerlo porque carecen de la infraestructura para ello
Conocimiento y talento desperdiciados
Resulta incomprensible para muchos que se hayan priorizado en las últimas décadas otras cosas —en la Costa Rica que desea desarrollarse— que no fueran la educación y la salud públicas al alcance de todos, la infraestructura en diversas áreas y la buena recaudación fiscal que es lo que permite realizar las primeras.
Desde luego que hay otras prioridades también, pero sin tener en buenas condiciones las mencionadas parece bastante difícil poder continuar con el resto. Un país sin derecho universal a la salud y la educación y con importante evasión fiscal no puede aspirar a mucho.
Los primeros (salud y educación) ponen a la gente en condiciones adecuadas para prepararse y tener mejores empleos y lo último (buena recaudación fiscal) distingue a muchas sociedades y gobiernos que buscan superarse.
En nuestro caso, hoy vemos lamentablemente a jóvenes costarricenses con la preparación y el talento listos para incursionar con éxito en áreas como las tecnologías robóticas, por ejemplo, sin poder hacerlo porque no cuentan con la infraestructura para ello.
En una nota de este medio publicada el jueves 4 de este mes, ellos mismos manifiestan cómo “los estudiantes de ingeniería eléctrica de la UCR realizan construcciones de robots con las capacidades más avanzadas que podrían servir para cuidar enfermos, asistir en cirugías, a personas discapacitadas o incluso realizar mediciones en sitios peligrosos, entre otras opciones”, pero carecen de los laboratorios necesarios.
Sin embargo, uno de esos laboratorios podría costar unos $20 mil además del equipo de cómputo. Una cifra muy inferior a las gastadas en otros rubros que, quizás eran también necesarios, pero nadie construye un bonito techo si no tiene aún piso y paredes.
Si esos laboratorios existieran podrían hacerse quizás interesantes alianzas público privadas, lo suficientemente transparentes y eficientes como para producir esos robots, para uso nacional y para exportación, generando importante fuente de trabajo para tantos jóvenes preparados como hay en el país.
Esto sería un paso hacia el rumbo de un posible desarrollo, siempre que se llevara a cabo sin copiar modelos de otros sitios que quizás sirven muy bien a otros países pero no a uno como el nuestro.
Hay oportunidades para Costa Rica, sin duda. Sería interesante ver qué ha pensado y definido sobre estos puntos la clase política, ocupada mucho ayer y hoy en estrategias para ganar las elecciones.
Todo esto debe ser objeto de amplios debates nacionales.