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Jueves, 25 de abril de 2024



INVERSIONISTA


Comprar luego, evitar contratar, guardar dinero en efectivo: bienvenido al mundo de la deflación

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 16 mayo, 2016




RESUMEN EJECUTIVO
Si usted es un consumidor, compre luego, no ahora.
Si es deudor, piense en obtener un préstamo de tasa flotante.
Si es patrono, evite contratar personal.
Bienvenido al mundo de la deflación.
El impacto en Costa Rica sería moderado, ya que los precios durante el último año han caído solo ligeramente por debajo de cero.
Sin embargo, es la primera vez en 40 años, que experimentamos la deflación —una rebaja generalizada y consistente en los precios—.

 

Lo que se debe hacer en un mundo de deflación, depende de quién sea uno.
Si usted es un consumidor, quizás deba aguardar antes de comprar, ya que los precios de mañana probablemente serán menores que los de hoy.
Si es deudor, debería tratar de obtener un préstamo de tasa variable, ya que los tipos de interés tenderán a bajar.
Comprar títulos de renta fija, si lo ve como inversionista, o simplemente almacenar el efectivo en un lugar seguro, es una opción.
En lo que a valores se refiere, sería preferible invertir por un plazo, según el tiempo que piense podría continuar la deflación.
Si las tasas ya son negativas —como ha ocurrido en Suecia y Japón—, una opción es utilizar una caja fuerte para el efectivo, que en el futuro valdrá menos que hoy, pero por lo menos no le estarán cobrando por tenerlo guardado.
Si usted es empresario, sería prudente pensarlo dos veces antes de incrementar la nómina, y a la vez mover el inventario lo más rápido posible.
En cuanto al personal, siempre existen excepciones, ya que hay empresas que crecen, aun en un ambiente deflacionario.
No obstante, la contratación sería problemática en otros casos, ya que los salarios —que normalmente no se pueden reducir— aumentarían en relación con otros precios.
En términos de inventario, su valor en efectivo tenderá a disminuir, cuanto más tiempo permanezcan los productos en el almacén.
Además —y es poco lo que se podría hacer en este caso—, todos terminaremos pagando más por la deuda del Gobierno, ya que gran parte de ella se paga a una tasa fija, cuyo costo real se incrementa.
El impacto de la deflación en Costa Rica probablemente será moderado, ya que los precios durante el último año cayeron solo ligeramente por debajo de cero.
Tampoco es cuestión de que el efecto pueda predecirse para cada caso, ya que el costo de cualquier producto o servicio podría incrementar, mientras las tasas de interés podrían aumentar debido a otros factores, como la alta demanda —típicamente del Estado— del dinero.
Sea cual sea la forma que tome, se trata de la primera vez desde que la inflación comenzó a registrarse, que Costa Rica experimenta la deflación, definida como una rebaja generalizada y consistente en los precios.
Hay que analizar los índices de inflación subyacente que mide el Banco Central, los cuales son cercanos a cero o incluso negativos; por esto hablamos de deflación y no de inflación negativa.
Por otro lado, a abril, la tasa de inflación interanual fue del menos 0,9%, según el índice de Precios al Consumidor medido por el INEC, que comenzó la medición en 1977.
Un colapso desde 2014 de los precios de las materias primas, en gran parte causado por el lento crecimiento, especialmente en Europa y China, es una de las principales causas del fenómeno.








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