CHISPORROTEOS

CHISPORROTEOS

La verdad sea dicha, yo creo que ningún proyecto nacional ha sido tan pródigo en revelar abusos y descaros que la carretera, camino o trocha llamada Mora, que con tanto entusiasmo aplaudimos todos cuando se anunció su construcción. Pero una obra de tanto interés nacional también despertó la codicia de los codiciosos, gente de la que no se pueden esperar más que cosas parecidas en torno a cualquier proyecto nacional. Hasta con la declaratoria de independencia en 1821 habrían lucrado. Ya debe de haber unos cuantos frotándose las manos y pensando cómo aprovecharse del tremebundo hueco que se produjo en la carretera General Cañas (y que mi bisabuelo donde se encuentre se persigne porque son capaces hasta de ensuciar su nombre).
Es muy triste que la señora presidenta considere que cuando su primer Vicepresidente y el Ministro de Educación dieron cartas de recomendación para una empresa en que figuraban el entonces Ministro de Hacienda, y su esposa, no estaban faltando a la ética. La verdad es que las mangas son cada día más anchas.
Lo que sucedió en Paraguay, y que está produciendo que ningún país reconozca al nuevo gobierno, no es tan grave si bien se mira, porque se ajustó a las leyes. En eso de cometer abusos sin violar las leyes, me parece que los paraguayos han aprendido de nosotros. Aquí primero aprobamos la ley que la autoriza y después hacemos la torta. Me parece que Costa Rica deberá apresurarse a reconocer el nuevo gobierno paraguayo, y enviar a Paraguay alguno de los embajadores que tenemos en países remotos que nadie sabe ni donde quedan ni con qué se comen, y donde de paso no saben donde queda Costa Rica ni si existe.
La presentación de la ópera Tosca en el Teatro Nacional, tenía agotadas absolutamente todas las entradas antes de que se realizara la primera función, y me parece que algo tiene que ver con eso el que se anuncia en todos los tonos que la ópera se estaba montando como es, y no con innovaciones directoriales como venía sucediendo en los últimos años. No sé mucho de música y menos de canto, pero me jacto de saber algo de teatro y debo decir que la Tosca que vi fue muy conservadora y muy fiel al original, aunque en algunos momentos me pareció que los cantantes le cantaban al director de la orquesta y no a quien debían dirigirse. Excelente el vestuario, y estupenda la escenografía, aunque en el final del primer acto había más gente en escena de la que buenamente cabía y pareció que el coro adulto estaba entre bastidores por falta de espacio. Pero en fin, todos los que estábamos allí el domingo aplaudimos con entusiasmo porque por fin, después de muchos años nos habían ofrecido una obra como la concibieron sus autores y no como se le ocurrió a un directorcito imberbe. Ojalá sigan en esa misma línea y en futuras producciones subsanen los pequeños defectos teatrales, que no musicales, que me he tomado la libertad de señalar.
Como ha sucedido que en algunos círculos me tienen como un impulsador de cuartelazos y golpes de estado, pregunto humildemente a quienes no han estado de acuerdo conmigo, cómo hará un gobierno de la actual oposición para gobernar en serio, sin derogar o reformar una cantidad de leyes que dificultan una acción gubernamental seria, con una Asamblea Legislativa en la que (mientras no se reforme el código electoral seriamente) seguirá habiendo cinco y seis fracciones, algunas unipersonales, y con frecuencia vendiéndole su voto al gobierno a cambio nunca se sabe de qué, pero de algo. Una asamblea así configurada no puede funcionar bien. Mientras se derogan las leyes inútiles o perjudiciales, el país seguirá manga por hombro, y el nuevo gobierno (que espero sea honorable capacitado y de la actual oposición), con las manos amarradas. No sé en qué uña se puede bailar ese trompo. Por eso he aconsejado (en vano por supuesto) que se procure incorporar a la Constitución la disposición que existía en 1914, cuando se autorizó al presidente Alfredo González Flores a legislar durante un breve lapso.

Alberto F. Cañas