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Cambios políticos

Arnoldo Mora mora_arnoldo@hotmail.com | Viernes 11 enero, 2013


En política hay dos maneras de gobernar: o teniendo el poder o, sin tenerlo formalmente, ejercer el derecho al veto


Cambios políticos

La salida de la contienda electoral actual de José María Figueres y de Rodrigo Arias ha cambiado en buena medida el panorama político del país.
Los ahora exprecandidatos fueron hasta no hace mucho grandes favoritos, no solo para ganar la convención de su partido, sino también para ser los sucesores de Laura. Pero hoy anuncian que, al menos en cuanto a la actual lucha interna dentro de su partido y hasta la convención, se limitarán a ver los toros desde la barrera… ¿Pero será eso verdad?
Todos sabemos que en política una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace. Y eso se debe necesariamente a la doble moral de que tanto se acusa —y con sobrada razón— a los políticos.
Un político puede decir lo que quiera, pero la realidad objetiva es la que termina por decir la última palabra. Desde el momento en que alguien adquiere fuerza, genera una corriente de adherentes y otra de oponentes. Por eso hablamos de “ismos”. En los países latinos esos “ismos” más que ideológicos, son personalistas, al menos en el imaginario colectivo.
Así en la historia de Costa Rica, no existe el liberalismo sino Don Cleto y Don Ricardo, ni el cristianismo social sino Calderón Guardia, ni el comunismo sino Manuel Mora, ni la socialdemocracia sino Don Pepe.
Aunque en menor escala, en el Liberación actual existen pequeños “ismos”: el figuerismo, el mongismo, y el arismo enfrentado a los dos primeros.
Quienes acaban de renunciar a sus pretensiones momentáneamente a aspirar a la candidatura de su partido, son representantes de corrientes o “ismos” claramente definidos.
A pesar de que ninguno de los grupos o corrientes, tanto en Liberación, como en la oposición, goza de sólida credibilidad a los ojos de muchos, por el momento la mayoría de los ciudadanos parece aceptar a Liberación más con resignación que con entusiasmo, por lo que podrían presentarse sorpresas en el transcurso del año. Sin embargo, es innegable que, por el momento, Liberación ostenta el mayor caudal de poder presente y futuro al menos inmediato.
Esta es la razón por la que, a pesar de que las cabezas visibles de las dos grandes tendencias en el seno de Liberación, tanto el figuerismo como arismo, no dejarán de exigir una cuota de poder y mover sus piezas en busca de lograr sus objetivos, saben muy bien que el mongismo-arayismo (gran ganador de la contienda), no podrá ganar la presidencia ni menos gobernar el país, sin contar con ellos.
Porque en política hay dos maneras de gobernar: o teniendo el poder o, sin tenerlo formalmente, ejercer el derecho al veto. Además, un partido no gobierna solo desde el poder ejecutivo, sino también en el legislativo y en las municipalidades.
Por eso la lucha en Liberación continuará. ¿Qué tendencia dominará en la fracción liberacionista próxima y en la mayoría de las municipalidades? ¿Con quién y cómo gobernaría eventualmente Johnny? ¿Qué se entiende por “socialdemocracia”: la que defiende Luis Alberto Monge o la que preconiza Oscar Arias?
Mucho dependerá de lo que pase, no solo en casa, sino principalmente con la crisis mundial actual.

Arnoldo Mora

 

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