¡Brasil sobrado!
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Lunes 21 junio, 2010
¡Brasil sobrado!
Sin ningún apremio y casi caminando derrotó a Costa de Marfil
Cuando Dunga se compró la bronca con toda la prensa deportiva brasileña de apostar a parar a la selección con dos volantes de marca y recuperadores, como Gilberto Silva y Felipe Melo, sacrificando el talento de otros futbolistas que juegan parecido a Kaká, tenía claro que ese era el equilibrio que urgía en su formación, para plantar una oncena muy sobria, segura y compacta en cada una de sus cuatro líneas.
Ayer, mirando el juego de este par de hormigas en la cintura del “scratch” y analizando ese triunfo tan tranquilo de los “canarinhos” ante rival de respeto, sin duda que Dunga llevaba razón.
Su Brasil, primero amarra, asegura, marca, asfixia y cuando el rival empieza a perder aire, lo aniquila con “jogo bonito”. Así de fácil.
La noche en que Kaká y Luis Fabiano despertaron, la selección brasileña cerró las maletas para los octavos de final del Mundial y no necesitó mucho para confirmar el billete: golear sin apuros 3-1 a Costa de Marfil en un partido que por momentos pareció jugarse en cámara lenta.
La clasificación anticipada tuvo, sin embargo, un elevado costo, pues Elano, quien marcó su segundo gol, salió lesionado con un mal pronóstico, y Kaká, que mostró algo de su pirotecnia, resultó expulsado.
Apenas algunos chispazos surgieron del estadio Soccer City, de Johannesburgo, para calentar un partido que presentó a un goleador verdadero, Luis Fabiano, que volvió del frío con un doblete y terminó consagrado también como figura.
El primero nació en un contragolpe empujado por Robinho; Luis Fabiano se adornó con un pase de tacón a Kaká, dejó a Didier Zokora en el piso, avanzó y filtró el balón a Luis Fabiano entre Siaka Tiene y Kolo Toure.
El cronómetro marcaba 24 minutos y Luis Fabiano, con la eficacia de un “Killer”, remató de derecha sobre la cabeza de Boubacar Barry para clavar el balón bajo la escuadra izquierda.
Cuando apenas despegaba el segundo tiempo, a los 50 minutos, Luis Fabiano se internó en el área para buscarse solo la vida. ¡Y de qué forma! Con dos enormes sombreros mexicanos y el hábil auxilio de su hombro, Luis Fabiano se deshizo de Zokora.
La clasificación quedó entonces servida para el equipo verdeamarillo, que no convenció en el debut contra Corea del Norte, a pesar de la victoria.
Elano, el hombre que marcó el segundo de Brasil el pasado 15 de junio, repitió ayer al coronar una brillante jugada individual del diez de Brasil en un desplazamiento por la banda izquierda.
Kaká se llevó puesto a Kolo Toure y puso el balón en el centro del área, donde Elano lo recibió para apenas imprimirle un toque venenoso hacia el fondo de la red.
A los 80 minutos, Yaya Touré levantó un centro desde la banda izquierda, Drogba corrió desde atrás hasta la mitad del área y sin oposición cabeceó al fondo de la red de Julio César, que con sus compañeros apenas vieron congelados la maniobra.
Gaetano Pandolfo y EFE
gpandolfo@larepublica.net
Sin ningún apremio y casi caminando derrotó a Costa de Marfil
Cuando Dunga se compró la bronca con toda la prensa deportiva brasileña de apostar a parar a la selección con dos volantes de marca y recuperadores, como Gilberto Silva y Felipe Melo, sacrificando el talento de otros futbolistas que juegan parecido a Kaká, tenía claro que ese era el equilibrio que urgía en su formación, para plantar una oncena muy sobria, segura y compacta en cada una de sus cuatro líneas.
Ayer, mirando el juego de este par de hormigas en la cintura del “scratch” y analizando ese triunfo tan tranquilo de los “canarinhos” ante rival de respeto, sin duda que Dunga llevaba razón.
Su Brasil, primero amarra, asegura, marca, asfixia y cuando el rival empieza a perder aire, lo aniquila con “jogo bonito”. Así de fácil.
La noche en que Kaká y Luis Fabiano despertaron, la selección brasileña cerró las maletas para los octavos de final del Mundial y no necesitó mucho para confirmar el billete: golear sin apuros 3-1 a Costa de Marfil en un partido que por momentos pareció jugarse en cámara lenta.
La clasificación anticipada tuvo, sin embargo, un elevado costo, pues Elano, quien marcó su segundo gol, salió lesionado con un mal pronóstico, y Kaká, que mostró algo de su pirotecnia, resultó expulsado.
Apenas algunos chispazos surgieron del estadio Soccer City, de Johannesburgo, para calentar un partido que presentó a un goleador verdadero, Luis Fabiano, que volvió del frío con un doblete y terminó consagrado también como figura.
El primero nació en un contragolpe empujado por Robinho; Luis Fabiano se adornó con un pase de tacón a Kaká, dejó a Didier Zokora en el piso, avanzó y filtró el balón a Luis Fabiano entre Siaka Tiene y Kolo Toure.
El cronómetro marcaba 24 minutos y Luis Fabiano, con la eficacia de un “Killer”, remató de derecha sobre la cabeza de Boubacar Barry para clavar el balón bajo la escuadra izquierda.
Cuando apenas despegaba el segundo tiempo, a los 50 minutos, Luis Fabiano se internó en el área para buscarse solo la vida. ¡Y de qué forma! Con dos enormes sombreros mexicanos y el hábil auxilio de su hombro, Luis Fabiano se deshizo de Zokora.
La clasificación quedó entonces servida para el equipo verdeamarillo, que no convenció en el debut contra Corea del Norte, a pesar de la victoria.
Elano, el hombre que marcó el segundo de Brasil el pasado 15 de junio, repitió ayer al coronar una brillante jugada individual del diez de Brasil en un desplazamiento por la banda izquierda.
Kaká se llevó puesto a Kolo Toure y puso el balón en el centro del área, donde Elano lo recibió para apenas imprimirle un toque venenoso hacia el fondo de la red.
A los 80 minutos, Yaya Touré levantó un centro desde la banda izquierda, Drogba corrió desde atrás hasta la mitad del área y sin oposición cabeceó al fondo de la red de Julio César, que con sus compañeros apenas vieron congelados la maniobra.
Gaetano Pandolfo y EFE
gpandolfo@larepublica.net