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¡Un buen negocio!

Cristian Williams cwilliams@larepublica.net | Lunes 06 mayo, 2013


José Sánchez del Herediano y Luis Diego Cordero del Saprissa, actores de un partido de poco compromiso que se fue en blanco. www.imagenesencostarica.com/La República


¡Un buen negocio!

Morados y florenses pactaron empate que no los afectó

Saprissa necesitaba un punto y Herediano no perder, es decir, para los dos un empate era un buen negocio. A los morados les representaba la clasificación y a los florenses seguir con la seguidilla de juegos invictos.

Entonces, para qué arriesgar más de la cuenta, era peligroso ir por lana y salir trasquilado, aunque el más urgido era el cuadro local, que con una eventual derrota podía tener consecuencias muy peligrosas.
Y aunque Ronald González y Marvin Solano ni siquiera se vieron de lejos, sí plantaron en la intimidad de su camerino un juego cauto, de mucho control de la pelota, sin arriesgar más de lo necesario y apostando a una sorpresa que les deparara el triunfo.
Eso generó un partido feo, aburrido, insípido, para la gran cantidad de aficionados que abarrotaron el Ricardo Saprissa, con la esperanza de ver buen fútbol, de ese que muchas veces esos cuadros muestran.
Pero no fue así, hubo más fuerza que habilidad, más velocidad que pensamiento, más marca que creación, hubo menos fútbol.
Herediano puso un equipo alternativo, pero no malo, dejando en la banca a Núñez, Salazar, Granados, Yosimar, Yendrick Ruiz y Leonel Moreira entre otros titulares.
Con los que entró le bastaba. Waylon Francis le ganó el duelo a Jordan Smith, tanto a la hora de defender como de atacar, así como a cualquiera que quería ingresar por su territorio.
Marvin Obando ni sudó contra el guatemalteco Hernández, mientras que Carlos Hernández desapareció a Diego Estrada, y cuando alguno se escapaba, apareció Kendrick Pinnock, para con elegancia y fuerza si era necesario, poner orden.
A los florenses les faltó profundidad, cuando recuperaban cuidaban el balón, pero Minor Díaz y Jorge Barbosa fueron fácil presa de la zaga local.
Posiblemente en el banquillo morado tenían un radio, sabían que la Liga y Pérez Zeledón iban perdiendo entonces adelantaron un poco más las líneas y algunas opciones se gestaron, sobre todo un remate de Ariel Rodríguez que se estrelló en el poste.
No hubo más, los dos felices, los dos clasificados, los dos siguen con el sueño de ser campeones.

Cristian Williams Méndez
cwilliams@larepublica.net







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