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Legalización de uniones gais: ¿quién se atreve?

Luis Fernando Cascante lcascante@larepublica.net | Lunes 02 diciembre, 2013




Rumbo país

Legalización de uniones gais: ¿quién se atreve?

Villalta y Solís impulsarían proyecto de sociedades de convivencia

La legalización de las uniones de parejas del mismo sexo en varios rincones de Latinoamérica empuja con fuerza para que Costa Rica adapte leyes que saquen del olvido a los grupos LGBT.

A punto de concluir su tercer año, el Gobierno de Laura Chinchilla no tuvo mayor interés en cambiar la situación de desventaja que viven las parejas gais.
Mientras la discusión se estanca en nuestro país, Uruguay y Colombia ya celebraron sus primeras bodas entre parejas del mismo sexo.
El tema se ha puesto sobre la mesa de debate y los candidatos no han faltado a la cita.
En tiempos electorales, la Iglesia católica tampoco quiere quedarse fuera. La llamada “Marcha por la vida”, tuvo como uno de sus objetivos exhortar a los candidatos para que dieran su posición con respecto al matrimonio gay.
En este panorama, existen dos candidatos con mayor disposición a legalizar las uniones del mismo sexo: Luis Guillermo Solís, del PAC, y José María Villalta, del Frente Amplio.
Más conservadores en sus propuestas son los candidatos de los partidos tradicionales.
Si bien Piza afirma que apoya la legalización de estas uniones, no comparte el concepto de “matrimonio igualitario”, además alega que esto dependerá de la Asamblea.
El candidato socialcristiano considera que la aprobación de legislación a favor de estos grupos es un “tema legislativo”, trasladando la responsabilidad a los diputados.
Por su parte, Johnny Araya mantuvo el mismo discurso de Piza. “La solución está en la Asamblea Legislativa, no es un tema del Poder Ejecutivo, me he manifestado a favor de que se legisle para regular y tutelar los derechos de las parejas del mismo sexo”, comentó.
En un caso particular, Otto Guevara muestra una posición radical de apoyo a esta legislación, pero afirma que por las urgencias del país, no daría tiempo en los próximos cuatro años para lograr algún cambio.
Si se considera el hecho de que cualquier diputado puede utilizar mecanismos para bloquear algún proyecto, el tema se complica aún más, dado que ninguna fracción está alineada en un criterio.
Por su parte, Laura Chinchilla, presidenta y católica que viajó hasta en tres ocasiones al Vaticano durante su mandato, hizo pública su oposición a este tipo de proyectos desde antes de ocupar su puesto.
Así las cosas, la mayoría de iniciativas vendrían por parte de los partidos de oposición, que vieron cómo la bola se pasaba.
Se presentaron siete proyectos de ley y dos reformas relacionadas al tema de sociedades de convivencia desde mayo de 2010. Ninguna iniciativa ha tenido mayor éxito.
Para resucitar el proyecto de sociedades de convivencia se necesitará una Asamblea Legislativa más madura, además de una serie de modificaciones en el reglamento del Congreso que impedirían las tácticas dilatorias que engavetaron estas iniciativas.
Mientras Costa Rica se estanca en esta legislación, países como Uruguay y Colombia celebraron sus primeras bodas entre parejas del mismo sexo, sumándose a Argentina, país pionero en Latinoamérica, que desde 2010 cuenta con legislación que permite los matrimonios entre parejas del mismo sexo.
La región vive ese periodo de transición, en donde el tema divide a muchos.
Ese es el caso de Brasil, que luego de aprobar una resolución del Consejo Nacional de Justicia, validó este tipo de uniones.
El tema ha generado tanta división, que actualmente un grupo de diputados mueven sus fichas para anular esta resolución y someter la decisión a un referéndum popular.
En el mundo hay alrededor de 14 países que permiten los matrimonios entre parejas del mismo sexo, mientras que existe legislación en otros para garantizar los derechos civiles y patrimoniales.

Luis Fernando Cascante
lcascante@larepublica.net
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